En el último tiempo, se hicieron más frecuentes en las agendas públicas, mediáticas y también personales las temáticas vinculadas al cambio climático, sus consecuencias y entre ellas también la nombrada lluvia ácida. Pero, ¿qué es la lluvia ácida? ¿Cómo se forma? ¿Cuáles son sus causas? En este artículo despejamos algunas dudas.

Siempre hablamos de las consecuencias que traen las acciones del hombre sobre el hogar común, el planeta. Por mucho tiempo, con el afán de crecer tecnológica e industrialmente, por ejemplo, se han dejado de lado las cuestiones ambientales, que son por demás importantes incluso también para el crecimiento económico.

De hecho, hace pocos años se pensaba al cambio climático como algo ajeno a las personas, a futuro y como una cuestión de las grandes potencias mundiales. Sin embargo, a partir de la deforestación o del descongelamiento de glaciares por ejemplo, se puede ver que el cambio climático es una realidad. Afortunadamente, en el último tiempo las sociedades se han concientizadorespecto de estas problemáticas.

agua lluvia

Pero, ¿cómo se vincula todo esto con la lluvia ácida? Es que las actividades humanas también son una de las principales causas de este fenómeno, como por ejemplo a partir de la liberación de gases contaminantes por la quema de combustibles fósiles.

Lluvia ácida: definición

Las precipitaciones implican el inicio del ciclo hidrológico, las cuales aportan agua a los cuerpos acuáticos, influyendo en todos los ecosistemas. Por eso, es importante conocer la composición química de las lluvias, ya que esto determina el nivel de contaminación ambiental que se produce y que altera la atmósfera.

La lluvia ácida entonces es, cualquier forma de precipitación, incluso nieve o niebla, causada por una reacción química que comienza cuando compuestos como el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno alcanzan niveles altos de la atmósfera y al mezclarse con agua y oxígeno, por ejemplo, forman contaminantes ácidos. Los mismos son los responsables, a su vez, de la acidificación de las precipitaciones.

Lluvia ácida: causas del fenómeno

Como se mencionaba, el desarrollo industrial y urbano ha producido un aumento en las emisiones de gases, formando lo que se conoce como lluvia ácida en Argentina y en el mundo e impactando en la calidad del aire. Las substancias químicas liberadas por diversas actividades del hombre como quema de combustibles fósiles, escape de autos, etcétera, cambiaron la mezcla de gases existentes en la atmósfera.

smog

¿Cuáles son las consecuencias y cómo evitarla?

Como se mencionaba, las precipitaciones forman parte del ciclo del agua, por lo que la lluvia ácida incide directamente en los cuerpos acuáticos del mundo, tanto en lagos, lagunas, ríos, arroyos, océanos, mares y pantanos, aumentando en nivel de ácido de los mismos, y la toxicidad.

De esta manera, lógicamente, impacta en la fauna y flora que allí vive, pero también en las especies que no son acuáticas ya que se ven afectadas, en corto o largo plazo, a través de la cadena alimentaria.

La lluvia ácida impacta en la fauna y flora a través de la cadena alimentaria.
La lluvia ácida impacta en la fauna y flora a través de la cadena alimentaria.

Otro de los factores negativos es que la lluvia ácida contamina los suelos al liberar aluminio y absorber los nutrientes, lo que hace que a los árboles se les dificulte la absorción de los mismos. Incluso, se ha comprobado que este fenómeno ha destruido millones de hectáreas de bosques.

Por otro lado, también afecta al sistema respiratorio de las personas, al ingresar ácido a los pulmones, por lo que produce un efecto negativo en la salud de la gente.

La lluvia ácida repercute negativamente en el mundo a niveles impensados, llegando a deteriorar incluso las cúpulas de grandes edificios.

Esto realmente es algo preocupante ya que las lluvias son sumamente necesarias para la vida y también para el crecimiento económico de un país. Por lo que es fundamental comenzar acciones que colaboren a su detención y aunar esfuerzos para prevenir este tipo de fenómenos.

En este caso, en principio, se deberían disminuir las emisiones de gases contaminantes, puntualmente la utilización de combustibles fósiles y fomentar el uso de energías renovables. Si bien es un punto en el que se viene trabajando en distintos países, a partir de los paneles solares, o al fomentar el uso de transporte público o bicicletas para evitar la utilización masiva de autos por ejemplo, se requiere aumentar ese esfuerzo y reemplazarlas al 100%.

Por otro lado, se requiere de la conciencia de todos los ciudadanos para el ahorro energético. Al consumir menos energía también las empresas generadoras del suministro emitirán menos gases. Esto además presenta un doble beneficio para las personas, no sólo ambiental, sino también económico.

Fuentes: Conicet

National Geographic