¿Alguna vez has sentido que todo lo que conocías parece derrumbarse de a poco, mientras tú sigues ahí? Si te resulta un sentimiento natural, quizá estás sufriendo solastalgia.

Se trata de un término acuñado por el filósofo Albrecht para describir el sentimiento que te invade cuando notas que tu entorno familiar está cambiando sin que puedas hacer nada por detenerlo.

El término es una fusión de la palabra en latín solacium o consuelo y algia, dolor. Afecta especialmente a aquellos que ven sus hogares amenazados por distintas problemáticas: cambios en el medio ambiente, el avance de grandes empresas constructoras, la minería, etc.

La relación con la naturaleza y la solastalgia

La nostalgia es un sentimiento que todos conocemos muy bien: esa sensación que nos deja algo que hemos querido mucho pero ya no está, y que jamás va a volver.

La solastalgia se parece a ese sentimiento, pero está más vinculada a la relación innata que mantenemos con la naturaleza. Por eso, tiene que ver directamente con el deterioro del medio ambiente, a causa de la actividad humana desenfrenada y desregulada.

Albrecht decidió nombrar ese sentimiento a partir de la angustia que le generó descubrir los cambios que había sufrido el ambiente de su casa natal a causa de la minería a cielo abierto.

Otras personas que sufren solastalgia son aquellas que ven destruidos sus espacios vitales a causa de fenómenos naturales o desastres provocados por todos los cambios y daños del medio ambiente.

Necesidad del contacto con la naturaleza

Al final, todo esto tiene que ver con una gran separación del hombre con lo natural, que viene sucediendo hace siglos pero cada día es más notable.

De acuerdo a una investigación llevada en el 2005, cuanto más tiempo pasemos en el interior de nuestras casas, más alienados del medio ambiente nos sentimos, y tal vez más vulnerables a estados de ánimo negativos o a que se nos reduzca la capacidad de concentración.

Hoy, 13 años después, parece claro que la investigación estaba dando en la tecla: vivimos cada vez más a través de las pantallas y menos con el contacto piel a piel.

Amar la naturaleza

Quizá haya una manera de revertir lo que está sucediendo, y hacerle frente a la solastalgia. Hablamos de amar lo natural, de conectarnos con lo que el planeta nos regala día a día y respetarlo.

Es un proceso complicado, pero cada uno puede comenzarlo desde su pequeño lugar, para hacer del mundo en el que vivimos uno un poco más sustentable.

Fuentes:

BBC
Cuerpo Mente