Turberas: un ecosistema esencial en la lucha contra el cambio climático

La Península de Mitre, una franja pequeña de Tierra del Fuego, en Argentina, es el punto de captura de carbono más importante del país. Contiene el equivalente a más de tres años de emisiones. Esto se debe a la particularidad del ecosistema, compuesto mayormente por turbas. Para fomentar su conservación, The Conservation Land Trust (CLT) lanzó la campaña #MásTurba.

Las turbas son un tipo de humedal que ocupa solo el 3% de la superficie terrestre y almacena el 30% del agua dulce del planeta. El 95% de las turbas de Argentina se encuentran en esta provincia, concentradas en la Península Mitre.

Estos datos surgieron de un informe elaborado por el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación de Naciones Unidas y National Geographic Society. Una vez finalizado, será presentado en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25), que se realizará en Chile en diciembre de este año.

La Península Mitre se ubica en el extremo sudoriental de la isla Grande de Tierra del Fuego. En su ecosistema único, habitan colonias de aves y fauna marina. También es hogar de especies en riesgo de extinción, como el carancho austral.

Cómo contribuyen las turbas al equilibrio del ambiente

Las turbas cumplen una función importante en la regulación del ciclo de carbono, ya que capturan el doble que todos los bosques del mundo.

En cualquier otro ecosistema, el carbono se fija en las plantas. Cuando mueren, este se descompone y vuelve a la atmósfera. En las turbas, el ciclo es completamente distinto: como no se descomponen, el carbono queda contenido en ellas.

Es esencial cuidarlas porque, en el caso de generar un desequilibrio (como drenarles todo el agua), la materia orgánica se descompondría y todo el material que se acumuló a lo largo de miles de años regresaría a la atmósfera. Esto generaría un proceso equivalente a quemar combustible.

¿Qué podría pasar si las turbas de la Península Mitre son destruidas?

- Liberación gases de efecto invernadero.

- Perdida de biodiversidad.

- Contaminación del agua, impacto negativo sobre las especies acuáticas y marinas como consecuencia del aumento de la pérdida de carbón a través del agua.

- Degradación de la tierra, lo que aumenta el riesgo de inundaciones y sequías, y la salinidad del agua.

- Aumento del riesgo de incendios debido a la degradación del ecosistema y el impacto de los gases de efecto invernadero.

Para evitar esto, la campaña #MásTurba tiene como objetivo lograr la protección de Península Mitre a través de la creación de un parque provincial.