Dentro de las frutas que están disponibles durante el verano, las frutillas son quizás una de las mejores opciones de consumo, pues sus múltiples cualidades la hacen un producto que incluso está ligado a la prevención de ciertos tipos de cáncer en las personas.

Desde su calidad como fruta hasta su etiqueta como objeto de deseo y producto protagonista dentro del catálogo de afrodisíacos, la frutilla contiene un sinfín de cualidades que sobrepasan el mero gusto que le puede entregar a nuestro paladar, para dar paso a interesantes propiedades terapéuticas que incluso están relacionadas con la prevención natural de algunas enfermedades como el cáncer y la anemia.Su aspecto, olor y suavidad hacen de la frutilla un producto deseado. Llamada “la vedette de los antojos”, este fruto perteneciente al género de las fragarias – por su aroma – está actualmente presente en innumerables productos.

Así, además de ser consumida en forma natural, también ha sido utilizada para dar sabor a jarabes medicinales y formar parte de jaleas, jugos, confites, entre otros.Dentro de las principales propiedades que posee la frutilla, está la de “contener una importante cantidad de fibra, lo que ayuda a controlar el tránsito intestinal evitando así la constipación o estreñimiento”.

Debido a esta virtud, esta fruta está especialmente recomendada para pacientes con trastornos de estreñimiento, obesidad y anemia, estos últimos se verán beneficiados gracias a los altos índices de vitamina C que provocarán la absorción de fierro en la sangre.

Otras virtudes que poseen las frutillas son sus capacidades antioxidantes. Contiene betacaroteno –precursor de la vitamina A– y tiene más vitamina C que las naranjas. Su capacidad antioxidante es debido a la presencia de ácido ascórbico (orgánico y antioxidante), ácido elágico (polifenol), etcétera.

La frutilla es una fruta que se puede utilizar en un ciento por ciento. Así, sus hojas y raíces pueden emplearse para tratar enfermedades y su pulpa, para preparar compresas para limpiar la piel de impurezas.

Sus virtudes terapéuticas también están presentes con igual o más importancia que las nutricionales, lo que convierte a este fruta en una medicina natural con muchos beneficios.

Sirve para tratar afecciones como:

Estreñimiento: su alto contenido en fibra y agua ayuda al tránsito intestinal.

Anemia: al poseer vitamina C aumenta la absorción de hierro no hemínico (proveniente de carnes y plantas) en el intestino. Aquí, la nutricionista sentencia que su alto contenido en este micro mineral “también ayuda a prevenir o curar la anemia”.

Gota: al ser una especie de “enemiga del ácido úrico”, las frutillas ayudan a disolver las sales de este producto de las articulaciones. Gracias a su poder diurético, ayuda a eliminarlas por la orina.

Otras patologías o dolencias donde las frutillas pueden ser un aporte son el reumatismo, problemas hepáticos, disolvente de cálculos, obesidad, enfermedades del bazo, diarreas, tos, resfríos, asma, depuración de la sangre, blenorragias, disentería, entre otras.

100 gramos de frutillas contienen:


Una porción, es decir una taza de frutillas (200 gramos) contiene:

10 beneficios de la frutilla

1- Aporta fibras a tu dieta.

2- Ayuda a la eliminación del ácido úrico de tu organismo. Esto se debe a la cantidad de ácido salicílico que contiene.

3- Favorece el funcionamiento del hígado, vesícula y riñones.

4- Mejora la eliminación de toxinas.

5- Tiene alto contenido de fósforo, que mejora tu sistema nervioso.

6- Es rica en vitamina C, Hierro, Yodo y Magnesio.

7- No aporta demasiadas calorías, por lo que puedes sumarla a tu dieta.

8- Tiene un bajo contenido de azúcar, por lo que es recomendable para todos.

9- Ayuda a tonificar tu piel, revitalizándola.

10- Es ideal para la alimentación de los niños.