Aunque siempre se ha hablado bien de los lácteos en relación a su aporte nutricional (especialmente de calcio), hoy en día a muchas personas su consumo les produce inflamación, gases, o directamente se han vuelto intolerantes a la lactosa. También, hay quienes adoptan dietas veganas y por una cuestión ideológica también eligen excluir los productos lácteos de su dieta.

Para todos ellos/as es esta receta que quiero compartirles hoy. No sólo es fácil, sino también barata y muy, muy deliciosa.

Porque una de las cosas que más cuestan al dejar los lácteos es encontrar cómo reemplazarlos. Bueno, ésta es una muy buena opción como alternativa a los untables que puedes acompañar por ejemplo con una tostada.

Se trata de queso de girasol sin lácteos.

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Las semillas de girasol aportan grasas poliinsaturadas, sobre todo, omega 6, que contribuye a disminuir el colesterol malo.

Además, contienen vitaminas del complejo B, y E que ayudan a mejorar el sistema inmunológico. También, aportan minerales como: hierro, potasio, fósforo y zinc.

Ingredientes:
  • Media taza de semillas de girasol
  • Agua
  • Sal del Himalaya
  • Aceite de oliva
  • Limón
  • Especias (opcional)

Preparación:

  1. Deja las semillas de girasol en agua durante la noche.
  2. Al otro día, retira el agua y procésalas con media cucharadita de sal, un poquito de jugo de limón, un chorrito de aceite de oliva y las especias que quieras. Agrega agua para ir haciendo el queso c la textura que quieras. ¡Y listo!

Nota: debido a su valor calórico alto y su cantidad de sodio, se debe comer con moderación.

Fuentes:

DrCormillot