La “Semana Mundial Sin Lácteos” es una iniciativa internacional, que celebrará su quinta versión desde el próximo 22 hasta el 29 de agosto. En Latinoamérica es impulsada por la ONG Fundación Vegetarianos Hoy, una organización internacional sin fines de lucro, que busca incentivar a los consumidores a probar durante siete días una alimentación libre de lácteos.

El llamado de la organización es a realizar un cambio de alimentación, a través de la campaña, inscribiéndose en vegetarianoshoy.org/semanasinlacteos/inscripcion/.

Una vez inscrito, se recibirá un correo electrónico diario con tips, recetas, datos nutricionales e información sobre el impacto de los lácteos en la salud humana, el bienestar animal y el deterioro del planeta.

“A quienes se inscriban, los acompañaremos virtualmente con recetas, sugerencias, datos nutricionales, y toda la información necesaria para probar esta alternativa y disfrutar el proceso”, comenta Soledad Rapimán, Nutricionista y Coordinadora de Cambio de Alimentación de Fundación Vegetarianos Hoy.

Esta campaña considera la relación de la producción de lácteos y su consumo con el calentamiento global, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Los lácteos y el impacto en la salud humana

Rapimán explica que “como humanos necesitamos nutrientes y no alimentos en específico, en este caso podemos cubrir los requerimientos de calcio consumiendo otros alimentos de origen vegetal, que a su vez son más saludables, como lo son las semillas de amapola, sésamo y chía, también el kale, brócoli y las almendras”.

Además, según la profesional, existen estudios que asocian el consumo de lácteos con un mayor riesgo de cáncer de mama y próstata, por lo cual es importante informar a la población sobre otras fuentes alimenticias para obtener este y otros nutrientes.

Créditos: Vegetarianos Hoy

Los lácteos y el trato hacia los animales

El consumo de lácteos también tiene una alta implicancia moral tomando en consideración el uso y abuso que sufren las vacas en la industria de la producción de leche, donde mediante inseminación artificial son preñadas constantemente en su vida productiva.

Al mantenerlas en etapa permanente de lactancia, su desgaste físico es mucho mayor. Si bien una vaca podría vivir hasta los 20 años, en la industria son enviadas a un matadero con apenas cuatro o cinco años, cuando disminuye su producción de leche.

Los lácteos y el daño al medio ambiente

Por último, según datos de la FAO, la producción lechera mundial representa el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura animal y alrededor del 4% de las emisiones mundiales.

Es por esto que, frente a las devastadoras consecuencias de su producción y consumo, “estamos invitando a las personas a que se animen a explorar esta alternativa durante solo una semana, para que comprueben los beneficios de esta alimentación por sí mismos”, finaliza Rapimán.