Aunque en cada país o región podemos llamar tortilla a una preparación diferente, para muchos, por ejemplo para los españoles, este plato tiene un ingrediente esencial: el huevo. Las clásicas tortillas están hechas de papa y huevo en la sartén, aunque a veces se reemplaza la hortaliza por otro vegetal.

Esta receta es diferente. Tiene el aspecto de una tortilla, la misma textura y un sabor similar... ¡Pero no tiene huevo! Tampoco contiene leche ni manteca, por lo que es una preparación vegana, y libre de harinas blancas. Es una receta saludable, sin colesterol, y exquisita. 

Utilizamos calabacín o zucchini, un vegetal muy saludable porque su componente principal es agua, seguido de hidratos de carbono y cantidades pequeñas de grasa y proteínas. Aporta una cantidad moderada de fibra y es un alimento de bajo aporte calórico. También podemos usar dos "zapallitos" redondos.

Ingredientes

(Para una tortilla pequeña)



1. Pica la cebolla, y corta el calabacín en pedacitos pequeños y delgados. Un truco es rebanarlo con el pelapapas. Puedes usarlo con o sin piel; si se la dejas, lávalo muy bien.

2. Saltea ambos ingredientes con un poquito de aceite. Primero la cebolla, y cuando comience a blanquear agregas el calabacín.

3. Mezcla por separado, en un bol, la harina de garbanzo con el agua hasta que la textura sea similar a la del huevo. Condimenta con sal.

4. Coloca los vegetales salteados en la mezcla de harina de garbanzo y agua. Integra bien, y vuelca todo en una sartén con una gota de aceite para que no se pegue.

5. Deja dorar a fuego mínimo, y voltéala (te puedes ayudar con un plato). Puedes necesitar  hacerlo más de una vez para que la cocción sea pareja y la forma quede perfecta.

¡Y listo! Delicioso.

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