Durante agosto de 2019, el aumento de los incendios en Brasil y Bolivia volvió a poner el Amazonas en centro de la escena. Según un informe del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM), los fuegos estaban directamente relacionados con la deforestación, consecuencia del acaparamiento de tierras y la expansión de la frontera agrícola y ganadera en estos dos países.

Esta práctica -junto a la minería y la explotación económica, entre otras- son responsables de las tasas de deforestación crecientes en el Amazonas. Sin embargo, los expertos aseguran que es importante “no demonizar” las actividades económicas y, en cambio, “buscar empresas que generen cadenas productivas que involucren a la población y ayuden a la conservación”. Así lo explicó Natalia Hernández, experta de la Fundación Gaia Amazonas y la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) a la BBC.

“Hasta ahora lo que tenemos son discursos y proyectos de infraestructura contradictorios, que contribuyen a la deforestación y no resuelven los problemas reales de la gente que vive en el Amazonas", añadió.

¿Por qué es tan importante el Amazonas?Entre todas las funciones que cumple este gigante verde, se encarga de suministrar humedad a Sudamérica, regular el clima de la región y capturar grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2).

Las principales amenazas por país

Los incendios en Bolivia, que comenzaron en mayo de 2019, destruyeron casi dos millones de hectáreas de bosque, según la Fundación Amigos de la Naturaleza. Además, aseguraron que casi la mitad ocurrieron en áreas protegidas.

El gobierno había firmado un decreto autorizando la tala de árboles y las quemas para actividades agrícolas en el Amazonas, lo que provocó protestas de grupos indígenas y de ambientalistas que acusaron al ex presidente de haber promovido la deforestación.

La expansión de la frontera agrícola es para destinar las tierras, mayormente, a la siembra de soja y la cría de ganado, con la expectativa de exportar estos productos al mercado chino. Actualmente, Bolivia ya perdió cerca del 8% de su bosque original.

Brasil había logrado que la deforestación del amazonas descendiera enormemente entre 2004 y 2012: en casi 20 años, la caída acumulada llego a un 80%. Sin embargo, la pérdida de bosques comenzó a crecer desde ese momento.

En noviembre de 2019, el gobierno presentó datos que afirmaban que entre la mitad de 2018 y la mitad de 2019, la deforestación en el Amazonas aumentó casi un 30% en relación al año anterior con una deforestación de 980.000 hectáreas, el área deforestada más grande desde 2008.

De acuerdo a un informe publicado por IPAM y la Universidad Federal de Acre, el número de incendios en la Amazonía está directamente relacionado a la deforestación. “Los diez municipios amazónicos que más reportaron brotes de incendios también fueron los que tenían las tasas de deforestación más altas. Estos municipios son responsables del 37% de los brotes de incendios en 2019 y del 43% de la deforestación registrada hasta julio”, dice el texto.

Además, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un 80% de la pérdida de bosques en Brasil se relaciona directa o indirectamente con la ganadería.

Fuentes

BBC