Los riesgos socioambientales derivados del método de extracción a través de la fractura hidráulica que presenta el megaproyecto Vaca Muerta han sido subestimados por las empresas y los gobiernos provinciales y Nacional.

Vaca Muerta, el proyecto de extracción de hidrocarburos no convencionales se lleva a cabo mediante el método del fracking. A partir del mismo, a través del uso de elevadas cantidades de agua y sustancias a una presión extremadamente alta, se fractura la roca para extraer gas y petróleo.

Con una extensión de 30.000 km² (12.000 km² concesionados a YPF), está ubicada en la provincia de Neuquén, Argentina y posee gas y petróleo a más de 2.500 metros de profundidad.

Según informó la Secretaría de Energía, la producción de petróleo ascendió en diciembre de 2021 los 559.000 barriles diarios. Se convierte en el mejor desempeño desde octubre de 2012. Y la producción de gas con un total de 129 millones de metros cúbicos aproximados por día.

En palabras de la Secretaría: “En diciembre se produjeron 212.000 barriles diarios de petróleo no convencional (shale y tight), un 4% más que en noviembre y casi un 64% más en comparación con el mismo mes del año pasado”.

Teniendo en cuenta lo expresado por el secretario Darío Martínez en un comunicado: “Por mandato del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner implementamos el Plan Gas.Ar, del cual estamos muy orgullosos, que nos permitió aumentar la producción en un contexto global de crisis energética por falta de gas” y acentuó: “Gracias al Plan Gas.Ar, provincias como Neuquén han logrado producciones récord como nunca en su historia”.

El megaproyecto de Vaca Muerta desconoce los impactos sociales, económicos y ambientales. Por nombrar algunos: uso excesivo del agua, contaminación del aire y agua, afección del suelo y falta de vegetación, presencia de sustancias químicas peligrosas, incidencia en movimientos sísmicos, deficiente gestión de los residuos, impacto social, entre otras.

Los impactos negativos producidos son inherentes a este tipo de explotación. Al respecto, cada perforación trae consigo desmontes, millones de litros de agua y como si fuera poco se multiplican las emisiones de gases tóxicos que inciden en el clima y la salud.

Desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, dieron a conocer que entre 2018 y 2021 las empresas que trabajan en Vaca Muerta se llevaron subsidios por 1.500 millones de dólares. ¡El Estado Nacional es cómplice y responsable porque su inversión lo permite!

Entre los daños visibles en el lugar se encuentran las viviendas dañadas producto de las explosiones y además las personas que allí habitan no consumen agua debido a la contaminación que sufren las napas de agua. Y como si fuera poco, la empresa toma millones de litros de agua directamente del Río Neuquén.

¡Se están violando los derechos humanos! Una vez más los intereses económicos prevalecen sobre el cuidado del medio ambiente. Necesitamos espacios de encuentros participativos entre todos los actores que permitan al fin, construir consensos y proyectos sostenibles.

¿HASTA Cuándo LA OBTENCIÓN DE ENERGÍA SERÁ A COSTA DE LA DEGRADACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE?