El bosque sonriente de Oregón: un emoji hecho con árboles- cada otoño, un colosal “emoticon sonriente” aparece en una colina del estado del noroeste estadounidense. Este fenómeno artificial combina arte y naturaleza, y se ha convertido en un espectáculo imperdible.
Un emoji en el bosque
Si conduces por la ruta 18 de Oregón durante el otoño, prepárate para un paisaje sorprendente. Entre las ciudades de Grand Ronde y Willamina, un emoji de 300 pies de ancho se despliega entre los árboles. Desde arriba, los árboles de otoño forman un círculo con ojos y boca que recuerdan a una cara sonriente, como se ve en el video publicado por The Oregonian en YouTube.
Pero no es un fenómeno natural: este bosque sonriente fue diseñado por humanos.
Creación humana: precisión y planificación
El bosque fue concebido por David Hampton, copropietario de Hampton Lumber, junto a Dennis Creel, gerente de bosques en la empresa en 2011. Tras cada cosecha, los forestales planifican la reforestación, evaluando el terreno y la composición del suelo. Se plantaron especies nativas cuidadosamente seleccionadas, incluyendo:
- Abeto Douglas
- Tsuga occidental (hemlock)
- Abeto noble
- Cedro rojo occidental
Esta combinación permitió crear la ilusión del emoji gigante que hoy vemos en la colina.
👁️ Ojos verdes y cara marrón
La ilusión se logra con la disposición precisa de los árboles:
- Abeto Douglas: forma los ojos y la boca verdes del emoji.
- Larch (alisos): crean el contorno amarillo-marrón de la cara.
La magia ocurre en otoño, cuando los alisos cambian de verde a dorado, revelando completamente la figura sonriente.
💪 Una tarea monumental
La creación de este emoji requirió trabajo meticuloso:
- Se usaron cuerdas para marcar círculos y ubicar ojos y boca.
- Cada árbol fue plantado con precisión para que la figura emergiera correctamente.
- Los alisos solo se tornan amarillos en otoño, lo que añadió un desafío extra.
El resultado: un emoji gigante visible desde el aire, claro y definido.
El fondo de la Antártida enfrenta daños por el turismo
Un espectáculo estacional
El bosque sonriente se vuelve un atractivo turístico de temporada. Cada otoño, los colores dorados de los alisos iluminan el paisaje. Según Kristin Rasmussen, portavoz de Hampton Lumber: “Los transeúntes podrán ver la cara sonriente cada otoño durante los próximos 30 a 50 años”.
El ciclo continuará mientras los árboles se cosechen y se reemplacen, manteniendo prácticas sostenibles y saludables.
Un mensaje de esperanza
Más allá de su espectacularidad, la sonrisa del bosque transmite un mensaje positivo:
- Conecta a comunidades cercanas y lejanas.
- Demuestra que el bosque de Oregón es cuidado y protegido.