Es de gran importancia ser un ciudadano responsable con el medio ambiente y ser un eco ciudadano tiene que ver exactamente con eso. Actualmente todo lo que utilice como prefijo eco se encuentra en tendencia, pero ¿Qué sucede si este prefijo lo agregamos a las mismas personas? Por lo tanto, el día de hoy queremos comentarte con más detalle: ¿Cuál es el significado de ser un eco ciudadano?

¿Qué se entiende por eco ciudadano?

Como muchos pueden intuir, el prefijo eco se refiere a los términos ambiente, hogar o medio. Entonces, un eco ciudadano es todo ciudadano que sea responsable diariamente con el medio ambiente. Esto es muy sencillo de comprender, pero es cierto que el concepto queda un poco simple si se va a tomar como una iniciativa para convertirse en eco ciudadano.

Primeramente, los aspectos específicos que se encuentran incluidos dentro del concepto se encuentran especialmente vinculados con lo que es ciudadanía. Siendo este un detalle fundamental que lo rebosa de significado práctico.

Para convertirse en un ciudadano responsable es necesario comprender el significado de ciudadanía. Este es un concepto que se basa en la suma de personas que tienen en común su condición de individuos, conviviendo dentro de un contexto de modernidad. Hay que recordar que ser ciudadano está vinculado a la realidad histórica que fue heredada de la revolución francesa. Especialmente de la emancipación de la burguesía.

De esta manera, ser un ciudadano responsable con respecto al cuidado del medio ambiente, o un eco ciudadano, es más un concepto universal. Dicho término no solamente incluye el entorno donde se vive, también incluye cualquier parte del mundo en el que se encuentran todos los seres humanos. Más que solamente formar parte de un municipio, de alguna región o de un país, todos somos considerados ciudadanos.

Otro de los términos que también forma parte de la comprensión del significado de ser un eco ciudadano, es la eco ciudadanía. Que no es más que la relación armónica que tienen las personas con la naturaleza dentro de los espacios que habitan. Sin embargo, para generalizar un poco las cosas, podemos decir que es un concepto que nos iguala y al mismo tiempo nos une.

Esto es porque todos los seres humanos son ciudadanos de un mismo sitio que se conoce como mundo. Siguiendo la idea de una frase publicitaria, ser una persona eco responsable es un deber en común. Por lo tanto, algunos especialistas han decidido denominar a todos los eco ciudadanos como terrícolas.

Objetivo de ser un eco ciudadano

Como objetivo principal un eco ciudadano se concentra en respetar, defender y al mismo tiempo ayudar al planeta a través de sus actividades y acciones cotidianas. Con el propósito de dejar un mejor entorno para el desarrollo de la vida de las próximas generaciones. De esta manera un ciudadano responsable debe cambias o en su diferencia adaptar muchas de sus acciones.

Dichas acciones se convertirán en pequeños gestos, pero con la suma de muchos otros pequeños gestos se obtendrá un mayor gesto que favorecerá la salud del planeta en el que vivimos.

Claves para convertirse en un eco ciudadano

Para quienes se preguntan cómo ser un eco ciudadano, a continuación mencionamos los mejores consejos para pasar a la acción.

Consumir y producir energía que sea verde

Ciertamente la demanda en energía cada vez es más alta y esto, además de otras consecuencias, provoca un aumento progresivo en la concentración de CO2 dentro de la atmósfera. A pesar de esto, desde hace un tiempo existen algunas soluciones que pretenden ahorrar energía. Pero también ayudar al planeta a través del uso de las energías renovables. Algunos ejemplos de esto son los paneles solares y la energía eólica.

Reciclar

Mientras se recicla al mismo tiempo se ahorra energía, agua y por supuesto materia prima. Disminuyendo también la contaminación que es provocada, en los procedimientos por los cuales es obtenida la materia prima. De acuerdo con algunos datos, en algunos países como España se recicla hasta un 78,8% de todos los envases de los productos que se consumen. Por lo tanto, este es uno de los principios más importantes de ser un ciudadano responsable.

Controlar la cantidad de agua que se usa en casa

Una sola persona podría consumir más de 136 litros de agua diariamente, pero actualmente existen ciertas maneras de solucionar este problema. Evitando el desperdicio masivo de agua en cada uno de los hogares. Como ejemplo se podría tomar el proyecto Orbys, que se encuentra financiado por la NASA.

Se basa en el uso de un circuido cerrado, donde el agua caliente proveniente del grifo que se dirige al desagüe e purificada para convertirla en agua potable. La misma vuelve a ser bombeada y saldrá nuevamente por la ducha. Obteniendo como resultado un ahorro que corresponde a un 90% en agua y un 80% en energía.

Usar medios de transporte alternativos

Siempre que se pueda, una buena opción para trasladarse es el transporte público o una bicicleta. Si en algún momento se requiere viajar en coche por algún motivo, sería buena idea compartirlo para que varias personas puedan trasladarse al mismo tiempo.

Para quienes aún no lo saben, por cada litro de combustible que quema el motor de un vehículo, se libera aproximadamente 2,5 kilogramos de CO2 hacia la atmósfera.

Consumir productos locales

La mejor decisión que debe tomar un eco ciudadano es consumir los alimentos que se cultivan en la localidad, en lugar de consumir aquellos que no están en temporada. Siempre y cuando estos tengan una certificación ecológica. El consumo de los alimentos frescos no solamente ayuda a mejorar la salud, también ayuda a mejorar el bienestar del planeta.

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Apagar y desconectar los dispositivos o electrodomésticos que no se estén usando

Uno de los gestos más comunes entre las personas, es dejar el televisor en stand by o dejar el cargador del móvil conectado sin el dispositivo. Pese a que algunos no lo crean, hacer esto consume mucha energía. Aparte, al desconectar dichos equipos en el momento que se han terminado de usar, supone un ahorro de hasta un 20% de energía en las facturas.

De igual manera, es importante tener presente que las luces de las habitaciones deben permanecer apagadas cuando no se están usando. Otro gesto que genera beneficios y se notará claramente en las facturas de luz.

Usar bombillas LED

Un 25% de la energía que es consumida en los hogares suele corresponder a la iluminación. Una sola bombilla LED puede tener una utilidad de hasta 70.000 horas. Y se recomiendan su uso mucho más que en el caso de las bombillas de bajo consumo. Puesto que estas últimas contienen mercurio y deben ser tratadas como un desecho peligroso.

Colaborar con la limpieza de la naturaleza

Cuando te dirijas a un campo o a disfrutar de un poco de sol a la playa, se deberá adoptar la costumbre de llevar una bolsa. En ella colocarás todos los residuos que produzcas durante tu viaje, sumando los que te encuentres en el camino.

Reducir la producción de desechos orgánicos

Congelar las sobras de las comidas que hayas comprado o los productos frescos no vayas a consumir pronto, es una buena idea de evitar que se generen desechos orgánicos. Si se tiene una huerta en casa, es buena idea usar los desperdicios como abono.

Mantener la casa a una temperatura apropiada

Al usar la calefacción, es importante vigilar que las puertas de la casa estén cerradas y las ventanas estén aisladas. Ya que en esos puntos es común que se escape el calor. Aparte de que si se cuenta con un termostato, será necesario ajustarla a la temperatura apropiada tanto para los meses más fríos, como para los meses más calurosos.

Fuente:

Ecología verde

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