El “pájaro zombie” que perfora cráneos y come cerebros- En la naturaleza ocurren historias que parecen inventadas para una película de terror… pero son reales. Una de ellas es la del carbonero común (Parus major), un ave pequeña y frecuente en Europa y Asia que ganó fama global por un comportamiento tan brutal como fascinante: abre cráneos de otras aves y se come sus cerebros.
Sí: existe un pájaro que actúa como un pequeño zombie evolutivo.
Un ave común con un comportamiento extraordinario
Aunque el carbonero es conocido por alimentarse de semillas e insectos, algunos individuos desarrollaron un comportamiento depredador inesperado. La evidencia más clara surgió en Finlandia, cuando varios pardillos sizerines aparecieron muertos, con cráneos abiertos y restos de cerebro a la vista.
Las imágenes fueron registradas por el fotógrafo Lassi Kujala y analizadas por el paleozólogo Darren Naish, quien confirmó lo impensado:
los responsables eran carboneros comunes que habían aprendido a cazar, golpear el cráneo de sus presas y alimentarse de su tejido cerebral.
Este comportamiento también se ha observado con otros animales. En invierno, cuando los murciélagos hibernan y quedan vulnerables, algunos carboneros los atacan, perforan su cabeza con el pico y consumen sus cerebros, aprovechando un alimento rico en grasa y nutrientes.
Pez globo es el animal que nadie se atreve a atacar
¿Por qué hacen esto? La explicación evolutiva
Aunque sorprenda, esta conducta tiene una lógica adaptativa.
El carbonero es más grande y fuerte que muchas aves paseriformes, posee gran inteligencia y una notable destreza con el pico. Eso lo convierte en un oportunista alimenticio que puede variar su dieta cuando el invierno escasea los recursos.
Para Naish y otros investigadores, esta agresividad también evidencia un vínculo profundo entre las aves modernas y sus antepasados: los dinosaurios terópodos, como Velociraptor o T. rex.
Los carboneros no son zombis literales, pero sí un recordatorio de que las aves conservan comportamientos depredadores extremadamente antiguos, heredados de millones de años de evolución.
Otros casos sorprendentes
Además del ataque a pequeñas aves:
- Se los ha visto romper cráneos de ejemplares atrapados en trampas.
- Atacar aves domésticas enjauladas para alimentarse.
- Consumir tejido graso de cadáveres, incluso humanos en contextos de frío extremo.
- En ocasiones, parasitar nidos y depositar sus huevos en el nido de la presa después del ataque. Para la ciencia, el “pájaro zombie” no solo es una rareza: es una ventana al pasado.
Su comportamiento extremo demuestra cómo la evolución puede moldear incluso a las especies que creemos más inofensivas, y cómo las aves siguen guardando rasgos sorprendentes de aquellos dinosaurios que dominaron la Tierra hace 65 millones de años.