El cielo podría cambiar: Betelgeuse al borde de explotar en cualquier momento. La supergigante roja Betelgeuse, ubicada en la constelación de Orión, podría estallar en una supernova visible desde la Tierra, iluminando el cielo diurno como nunca antes en la historia moderna. Astrónomos de todo el mundo siguen de cerca a esta estrella y advierten que su explosión, aunque impredecible, marcará un espectáculo astronómico sin precedentes.
Betelgeuse, la gigante roja en su fase final
Situada a unos 640 años luz de la Tierra, Betelgeuse es una estrella tan enorme que, si reemplazara al Sol, su borde exterior alcanzaría la órbita de Júpiter. En 2019, el fenómeno conocido como el “Gran Oscurecimiento” mostró cómo su brillo disminuyó drásticamente debido a nubes de polvo expulsadas por la propia estrella, confirmando que se encuentra en sus últimas etapas de vida.
Los astrónomos explican que la estrella ha agotado gran parte de su hidrógeno y ahora quema helio y carbono, fases previas a su colapso final. Según el astrofísico Michael Shara, “a Betelgeuse podrían quedarle cien mil años… o podría explotar mañana”.
Volcán despertó tras 700.000 años y da señales inquietantes
Qué ocurrirá cuando Betelgeuse explote
Cuando la estrella llegue al final de su vida, su núcleo colapsará, liberando energía suficiente para superar el brillo del Sol por diez mil millones de veces. La supernova resultante será visible incluso de día, y su luz podría eclipsar la Luna durante semanas, permaneciendo a simple vista durante más de un año.
Afortunadamente, no habrá peligro para la Tierra, ya que la radiación se dispersará en el espacio antes de llegar a nuestro planeta. Lo único que experimentaremos será un espectáculo de luz cósmica comparable a las supernovas históricas observadas por Tycho Brahe y Kepler.
El misterio del brillo y la estrella compañera
Recientes observaciones del Observatorio Gemini revelaron que Betelgeuse tiene una compañera, una enana blanco-azulada llamada Alfa Ori B, que orbita cerca. La interacción entre ambas estrellas podría estar acelerando el fin de Betelgeuse, explicando sus cambios extremos de luminosidad.
Estudios de las universidades de Tohoku y Génova indican que la estrella se encuentra en la fase final de quema de carbono, lo que significa que la supernova podría ocurrir en décadas o incluso años, y no en milenios como se pensaba anteriormente.
¿Podremos predecir el momento exacto?
Actualmente no existe un método completamente preciso, pero los avances científicos acercan la posibilidad de anticipar la explosión. Shara propone construir un detector de neutrinos, partículas que las estrellas emiten justo antes de explotar. Captar estas señales permitiría avisar a la humanidad con días de anticipación.
Aunque hoy parezca ciencia ficción, los avances en física de partículas podrían convertir esta idea en realidad, permitiendo que millones sean testigos de una supernova sabiendo que está a punto de ocurrir.