Estos signos se ponen tóxicos con Mercurio retrógrado: cuando la esfera mercuriana se pone retrógrado en Leo, ciertos perfiles zodiacales pueden volverse más impulsivos, confusos o directamente insoportables. ¿Estás entre ellos o los tenés cerca?.
Cada vez que Mercurio entra en fase retrógrada, la energía de la comunicación se altera: fallan los mensajes, se malinterpretan las intenciones y aparecen discusiones que nadie pidió. Pero cuando esto ocurre en un signo de fuego como Leo, la intensidad emocional y la necesidad de protagonismo se disparan y no todos los signos lo manejan igual.
¿Cuáles son los más tóxicos?
Algunos signos, como Aries, Leo y Acuario, pueden convertirse en verdaderos desafíos durante este tránsito. El signo del carnero, por su impulsividad y falta de filtros; el del león, por su ego herido que no admite errores; y el del aguatero, por su desapego que a veces roza la indiferencia o el sarcasmo. Estas energías zodiacales, si no están alineados con su centro, pueden actuar de forma dominante, despectiva o pasivo-agresiva.
¿Y qué pasa con Sagitario?: aunque también es de fuego, suele surfear el caos con más humor que drama. En cambio, quienes no logran expresar con claridad lo que sienten o quieren —algo muy típico con Mercurio retrógrado— pueden volverse más hirientes, sin siquiera notarlo.
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Los signos más inestables durante Mercurio retrógrado
Aries, Leo y Acuario encabezan el ranking de los que más pueden desbordarse o intoxicar vínculos en esta etapa astral.
Durante Mercurio retrógrado, mientras muchos signos pueden sentirse irritables, confundidos o reactivos, hay algunos que logran mantenerse en calma y surfear la marea sin perder el equilibrio.
Virgo, a pesar de ser regido por Mercurio, tiende a canalizar la energía retrógrada en orden y análisis; Piscis, desde su conexión con lo intangible, suele fluir sin tanta resistencia; y Tauro, con su naturaleza estable y realista, prefiere esperar que la tormenta pase antes de tomar decisiones. Estos perfiles no solo se adaptan mejor a los cambios del clima astrológico, sino que también pueden ser faros de serenidad para los demás.