El cerebro humano todavía es, en muchos aspectos, un gran misterio. Los científicos han revelado muchas cosas: que la inteligencia no funciona igual en todas las personas, que factores como la alimentación y las condiciones ambientales inciden en las funciones cognitivas, y que diferentes regiones del cerebro se encargan de distintas funciones y tareas.

Se dice también que solo usamos el 10% de nuestro cerebro. Aunque eso no es exactamente así (es una afirmación que surge en base a que solo una de cada 10 células del cerebro se utiliza para pensar, pero esas células de apoyo son diferentes, se encargan de otras funciones y no podrían convertirse en neuronas, de acuerdo con una investigación de la BBC para refutar el mito); lo que sí es real es la plasticidad neuronal.

La plasticidad neuronal significa que las neuronas pueden adaptarse y entrenarse para aprender mucho más, para hacer más tareas en el mismo tiempo y para aprovechar mejor su potencial.

Aquí podrás encontrar 7 pequeños "rituales" que, en verdad, son hábitos cotidianos muy sencillos y fáciles de adoptar. Todos ellos ayudan al cerebro a trabajar de modo diferente a como lo hace comúnmente; le proponen desafíos pequeños a los que debe adaptarse, y de esa manera se entrena para trabajar mejor. 

Puedes elegir solo el que más te guste y practicarlo todos los días, o también, si realmente quieres un plan para desarrollar tu poder mental, crear tu propio calendario de ejercicios y practicar uno cada día de la semana.

La mayoría de ellos no llevan mucho esfuerzo, ¡así que puedes practicarlos todos a diario también! Cuando sigas leyendo, tal vez te des cuenta que algunos ya los practicas.

1. Desvíate de tu rutina

La primera clave para hacer trabajar al cerebro es desviarse de la rutina y proponerle actividades nuevas, aunque sean básicas. Cuando haces todos los días lo mismo, y de la misma manera, la mente deja de trabajar, porque se conduce de forma automática. 

Un cambio pequeño en la rutina, como tomar otro camino para ir o volver de trabajar, cocinar un plato que nunca hayas preparado, o incluso algo pasivo como escuchar un tipo de música que no es sea tu preferida, son maneras de despertar de a poco la mente. 

¡Piensa tu propio desafío y ponlo en marcha!

2. Lee un poema cada día

Leer es un gran ejercicio para la mente, pero muchas veces es difícil hacerse tiempo para leer literatura a diario, en medio de una vida agitada. Sin embargo, cuando pensamos que leer requiere tiempo nos olvidamos de un género: la poesía.

Aunque no mucha gente la lee, tiene muchas ventajas, como que los poemas suelen ser cortos, no necesitas sumergirte tanto en la lectura como sí tienes que hacerlo en las novelas, y muchas veces puedes conseguir toda la poesía reunida de un autor que te gusta en un solo libro. También puedes encontrar poesía en internet para leer desde tu móvil.

Lo mejor es que la poesía coloca tu mente en un estado de pensamiento no discursivo, por eso es una gran manera de estimular la mente. 

3. Prémiate por pequeñas victorias

Es una buena idea para desarrollar no solo el potencial del cerebro, sino en la vida, fijarse pequeñas metas u objetivos diarios. Puedes tener una pizarra y escribir las metas del día cada mañana o la noche anterior.

Pero no solo es importante tener metas, sino gratificarte cuando las concretas. De acuerdo con el neurocientífico B. J. Fogg, de la Universidad de Stanford, la frecuencia del éxito importa para el cerebro más que el tamaño. Es decir que, si te premias de alguna manera varias veces al día por haber logrado tus pequeños objetivos (te das un tiempo libre, te regalas tu fruta preferida, das un pequeño paseo para celebrar), esto se convertirá en un "círculo virtuoso", en el que la mente buscará alcanzar más metas para recibir más premios.

4. Haz ejercicio físico

Tal vez piensas que esta recomendación no es necesaria porque ya sabes que el ejercicio es fundamental para mantener el cuerpo saludable.

Pero no está de más recordar que también es particularmente bueno para el cerebro, porque al ejercitarse llega a él más oxígeno y a un ritmo mayor, y esto desarrolla nuevas neuronas. No es casual que mientras corres o te entrenas se te ocurran las mejores ideas.

5. Aprende canciones de memoria

Tal vez hayas escuchado que aprender un idioma o a tocar un instrumento son maneras de entrenar tu cerebro, pero no tengas tiempo o ganas para emprender un desafío tan grande en este momento. 

Aprender algo de memoria cada día es una manera de entrenar al cerebro sin un esfuerzo tan grande. Además, ayuda a prevenir enfermedades como el Alzheimer. Puedes probar intentando memorizar la letra de tus canciones favoritas mientras las escuchas, y tratando de repetirlas luego en tu cabeza, mientras realizas otra actividad.

Luego puedes cantarlas bajo la ducha: está comprobado que tiene muchos beneficios para la salud.

6. Ayuno intermitente

Por supuesto que una buena alimentación equilibrada es fundamental para que la mente funcione al máximo. Pero el ayuno por períodos breves, como 8 ó 12 horas, tiene algunos efectos muy positivos para el cerebro, porque permiten que la sangre y la energía se concentren en él por cierto lapso de tiempo, antes de volver a las actividades metabólicas. No es algo para realizar todos los días pero si para tener en cuenta.

Tal vez durante el tiempo diario que empleas en estudiar, trabajar o en tareas mentales creativas, puede ser mejor no ingerir alimentos, pero hacer comidas completas antes y después.

7. Realiza una actividad altruista

Hacer cada día o con frecuencia una actividad que no esté centrada en ti, si no en los demás, es muy gratificante y estimulante para la mente. Puedes hacer un voluntariado, visitar ancianos en un hogar, o dedicar algunas horas a la semana a ayudar a animales abandonados. Ellos lo agradecerán, y tú se los agradecerás mucho más.