No es extraño que las personas en algún momento del día, mantengan un diálogo en el interior de sus cabezas. Esto normalmente es conocido como diálogo interno. Y practicar este tipo conversación con uno mismo puede ofrecer múltiples beneficios.

El diálogo interno positivo, en ciertos casos varía: es utilizado en determinados momentos como para acordar instrucciones al realizar una tarea, hacer observaciones o simplemente tener una conversación interna.

Esta práctica generalmente es conocida como la narrativa interna que se tiene consigo mismo. En otras palabras, es como una especie de voz interior, la cual se experimenta al pensar constantemente en un tema. Lo cierto es que el diálogo interno es capaz de influenciar la manera en la que las personas se observan a sí mismas.

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Una perspectiva psicológica

Un diálogo como este, a menudo, es considerado como una combinación de prejuicios y creencias, que pueden ser conscientes y también inconscientes.

Sigmund Freud fue la persona que por primera vez reflexionó sobre la idea de que el ser humano posee niveles de pensamiento, bien sean conscientes o inconscientes, mediante procesos cognitivos, que generan influencias en el comportamiento.

Siguiendo esto, el diálogo interno dependiendo de cómo se desarrolle, puede ser negativo o en su diferencia positivo. Y cuando se presta atención a lo que influencia la mente, podría ser de gran ayuda para hacer cambios que sean proactivos. Los cuales servirán a enfrentar los numerosos desafíos que la vida nos coloca en frente.

Diálogo negativo

Los patrones para llevar un diálogo interno, generalmente son negativos. Las personas se centran en ideas preconcebidas, creyendo que nunca son suficientes, son un fracaso, o no tienen la capacidad de hacer algo bien. El cerebro humano se encuentra programado, para recordar todas las experiencias negativas.

Por lo tanto, es común que se recuerden todas las veces que algo se hizo mal, o los momentos negativos. Después, estos mensajes se reproducen una y otra vez en la mente, alimentando a todos esos sentimientos que son negativos.

Diálogo positivo

El diálogo interno positivo no se refiere a convertirse en una persona narcisista o engañarse a sí misma con el fin de pensar en cosas que probablemente no sean exactas. Cuando el diálogo interno es positivo, significa que uno tiene autocompasión. Por otro lado, se obtiene una comprensión de lo que se es en realidad y las experiencias positivas que se han obtenido.

De esta manera, el diálogo interno positivo es una narrativa que transforma la realidad en ideas positivas. Un ejemplo de esto es pensar en: “La próxima vez lo haré mejor” o “escojo aprender de los errores que cometo, y no ser perseguido por ellos.”

Diálogo interno positivo: los beneficios que ofrece

Muchos investigadores han sugerido que aplicar el diálogo interno positivo es de gran importancia por diversos motivos. Y entre los beneficios que se pueden obtener con esto, se encuentran los siguientes:

Disminuye el estrés

Se ha demostrado que aquellas personas que tienen una mayor inclinación hacia el optimismo, ponen en práctica el diálogo interno positivo. Implementar entonces este tipo de diálogo ayuda a replantar la manera en que se observan las circunstancias estresantes. Y sin importar cuál vaya a ser el resultado, se hizo lo mejor en ese momento.

Cuando se aborda esta clase de circunstancias con una actitud positiva se obtienen mejores formas de pensar. Así será posible buscar nuevas maneras de resolver un problema, por más complicado que sea.

Aumenta la confianza

El acercamiento a la vida, cuando se hace mediante el pensamiento positivo, es de gran ayuda para aumentar la autoconfianza. Aquellas personas que tienen una autoestima y un optimismo alto, tienen mayores posibilidades de alcanzar sus objetivos. Pero no solo eso, también podrán recuperarse con más facilidad de algún caso extremo, como una cirugía.

Si el diálogo interno positivo es practicado con regularidad, es posible que las personas se sientan con más seguridad, cuando quieres lograr un objetivo. Esto se debe a que se cree las cosas que se desean se pueden conseguir. Y si surge algún problema, se encuentran soluciones que sean alternativas.

una estimulación para el éxito

Siguiendo el punto anterior, esa práctica no solamente sirve para mejorar las acciones propias, también ayuda en la percepción de sí mismo. Por ejemplo, si todo lo que se cree y se piensa de sí mismo es negativo, es muy probable que los resultados que se obtengan sean negativos. Esto quiere decir, que al tener una mente positiva, los resultados que se obtengan probablemente serán positivos.

Más autocontrol

Una de las maneras de evitar que las acciones o las palabras negativas sean demostradas a todos, es conversarlas de forma interna. Investigaciones realizadas en la Universidad en Toronto sugieren que mantener un diálogo interno es de gran ayuda para mantener el control de las emociones.

De cierta forma, la mente repite un constante mensaje, con la intención de regular todos esos pensamientos negativos. En el caso de que algunas personas crean que no tienen voz interior, antes de hacer o incluso decir algo, es mejor que se tomen un momento para pensar en la respuesta correcta.

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Incrementa el rendimiento cognitivo

Pensar mejor hace que el cerebro tenga un mejor funcionamiento. Tomando en cuenta un estudio que fue publicado en Acta Psycologica, se obtuvo este resultado: las personas que leen en voz alta obtienen mayores resultados cuando siguen instrucciones. Siendo un experimento comprobado en un grupo de personas, en el que algunas leían en voz alta y otras en silencio.

Por lo tanto, la idea de que un científico loco hable consigo mismo, podría ser un reflejo de una inteligencia superior. Debido a que los genios usan todos los recursos que se encuentran a su alcance, con el objetivo de incrementar la capacidad intelectual.

Ayuda a establecer de mejores relaciones

Es muy probable que en ciertas ocasiones se haya experimentado lo que es estar cerca de una persona positiva. Normalmente tienen un comportamiento alegre, mucha seguridad en sí mismas y desprenden una gran confianza. Debido a esto, es común que esta característica también se refleje hacia el entorno que los rodea.

Científicos han demostrado que las parejas que son más optimistas cooperan entre sí con más facilidad y consiguen más resultados positivos. Cuando se implementa el diálogo interno, pero que además es positivo, se obtiene una mayor capacidad de identificar los rasgos positivos en otros individuos.

Diálogos internos que se deben evitar

Los expertos dentro del ámbito de la psicología, clasifican el diálogo interno negativo en cuatro tipos, que generalmente son las principales causas del sentimiento de angustia o de ansiedad.

Catastrófico

Los hechos son anticipados (que por lo general no ocurren) y también se magnifican. Dando como resultado una idea que es totalmente errada, llegando incluso a provocar una crisis de pánico. Normalmente, la frase que predomina en este tipo de diálogo interno es: “Todas las cosas se convierten en tragedia en los momentos menos esperados”.

Autocrítico

Una persona autocrítica se juzga constantemente y al mismo tiempo se valora de forma negativa. Hace énfasis en las cosas que son sus límites, y también en sus defectos. Pensamientos como estos, provocan incluso un grave descontrol en la vida. A menudo estas personas dependen de otras y con frecuencia hacen comparaciones con el resto, para sentir que están en desventaja.

La envida es uno de los sentimientos que predominan en estos casos,y esto solo causa frustración frente a las metas que no se han logrado.

Victimista

En general, se caracterizan por los sentimientos de desesperanza y la falta de protección. Ocurren afirmaciones contantes de que el estado que se presenta no tiene alguna cura o que no existe la oportunidad de avanzar.

Personas con este diálogo interno, piensan que las cosas en ningún momento podrán cambiar. Lo más común en las personas que se victimizan son afirmaciones como estas: “No existe quien me valore”, “a nadie le importo”, o también “Nadie puede comprenderme”.

Autoexigente

Se trata de una condición en la que solo se obtiene agotamiento y estrés crónico, con la idea de buscar la perfección. Son personas que no toleran el hecho de cometer errores, por más simples que sean. Además de esto, se convencen internamente de que las equivocaciones que comenten, se deben a factores externos y no a los propios.

Estrategias para aplicar el diálogo interno positivo

Identifica las trampas en los diálogos internos

Cómo ya se ha comentado, es más común que se experimenten los diálogos internos negativos, que los que son positivos. Un ejemplo es el siguiente: las personas que son introvertidas, a menudo encuentran problemas en su diálogo interno, especialmente cuando se trata de ir a eventos sociales.

Entonces, si se identifican correctamente las trampas en este diálogo, se obtiene una mejor preparación. Lo que permitirá abordar, y al mismo tiempo, cambiar ese diálogo que es negativo, a uno que sea positivo.

Usa afirmaciones positivas

Implementar las afirmaciones positivas es un recurso excelente para cambiar las conversaciones internas. Antes de que ocurra alguna circunstancia que incite a un diálogo interno negativo es mejor practicar afirmaciones positivas. Esto es algo muy simple de hacer, ya que tan solo basta con conversar consigo mismo mirándose al espejo.

Otro buen recordatorio son las señalas visuales, que se adoptan para obtener un enfoque positivo de una situación. Notas pequeñas, carteles, entre otros, que tengan frases positivas. Incrementando de a poco la diferencia en la mentalidad, y ayudando a tener una mejor percepción del entorno.

Registrar las emociones con regularidad

Es cierto que hacer un cambio para conseguir un diálogo interno positivo necesita de mucho esfuerzo. Puesto que al estar tan sumergido en un constante diálogo interno negativo, los resultados que se obtienen ocurren con mayor lentitud.

Cuando se presente algún desafío es importante asegurarse de verificar con sentimientos. En otras palabras, hay que identificar que el diálogo interno no vuelva a ser negativo. Para esto, se debe traer de vuelta repitiendo constantemente frases que sean positivas.

No sentir miedo por colocar límites

Todos en algún momento se han encontrado con personas que no ayudan a sacar lo mejor de uno. Es allí en donde habrá que poner en práctica las estrategias iniciales: identificar correctamente las trampas en el diálogo interno y ayudar a identificar también a las personas con pensamiento negativo. Esta clase de personas hacen que el pensamiento sobre sí mismo se vea afectado, y por lo tanto, también sea negativo.

En casos como estos, será necesario colocar límites y descartar a estas personas. Lo ideal es estar rodeado de personas que piensen y hablen positivamente. El bienestar propio es muy importante y, por eso, hay que rodearse de personas que ofrezcan buenos ánimos y nos incentiven a ser cada vez mejores.

Fuente:

Desilusión

La mente es maravillosa

Ecoosfera