La Terapia Gestalt, o terapia Gestáltica, es un tipo de terapia psicológica que se enmarca en la categoría de la Psicología Humanista. Cuenta con influencias como el psicoanálisis, la filosofía oriental, el psicodrama, la filosofía existencial, entre otras.

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Fritz Perls, considerado uno de los fundadores de la terapia Gestáltica, da un nuevo rumbo a la psicología humana en la terapia Gestalt. La premisa básica es que la naturaleza humana se organiza en formas o totalidades y es vivenciada por el individuo en estos términos.

Es importante recalcar que la terapia Gestalt no concibe al organismo de forma aislada. Un organismo, es un organismo y su entorno. Es una idea similar a la expresada por el filósofo José Ortega y Gasset con su célebre frase “yo soy yo y mis circunstancias”.

No se puede entender a la persona de manera aislada, sin tener en cuenta su entorno y cómo es afectada por éste. Por tanto organismo y ambiente son dos campos que se consideran en total interrelación, condicionándose mutuamente.

joven feliz se abraza a si misma

La Gestalt es la condición que permite vivir un contacto más claro del ser humano con la naturaleza, con su entorno y con sus semejantes. El objetivo de la terapia Gestáltica es acompañar a las personas para que puedan tener mayor grado de responsabilidad sobre sus propias vidas, porque esa es la única manera de tener libertad.

Otros beneficios de esta terapia

La terapia Gestalt hace hincapié en el aquí y ahora.

El aquí (espacial) y el ahora (temporal) es un continuo estado de presente. Son conceptos básicos procedentes de la filosofía oriental. Es estar enteramente en lo que se está realizando sin pensar en el futuro ni en el pasado. Tanto la realidad de la persona, como el lugar donde se puede explicar su comportamiento es en el campo presente.

Por eso, esta terapia hace mucho enfoque en lo que son las sensaciones y vivencias, ya que éstas describen una situación en el momento en el que acontecen. No importa si estamos recordando o anticipando, de todas maneras lo hacemos en el aquí y ahora. Interesan el presente del pasado (cómo se recuerda el pasado en este momento) y el presente del futuro (cómo afecta la anticipación del futuro en el ahora). El aquí y ahora están íntimamente relacionado con el mindfulness.

mujer meditando

Pone el énfasis en el lenguaje corporal

Las manifestaciones corporales, son tomadas como datos clave sobre lo que le ocurre al paciente. El lenguaje corporal tiene su raíz en el aquí y ahora. Pero también el cuerpo es memoria y en él se pueden detectar vivencias pasadas, a los que no se puede acceder solamente a través de la palabra.

El terapeuta gestáltico le da más valor a la acción que a las palabras, a la experiencia más que a los pensamientos, al proceso vivo de la interacción terapéutica. A un gestaltista le interesa más lo que la otra persona sabe o siente de sí que lo que ignora. Y en cualquier caso esto se aborda escuchando al cuerpo, a la emoción.

Ayuda a que el paciente a asumir la responsabilidad de sus acciones y sus consecuencias

La terapia gestáltica define a la responsabilidad como la habilidad o capacidad para encontrar la respuestas a las propias necesidades y hacerse cargo de sí. El ejercicio de la responsabilidad, es aquel por el cual nos damos cuenta de nuestras emociones, pensamientos, palabras y acciones y nos hacemos cargo de ellas. Hacerse cargo de ellas implica que al menos, nos demos cuenta de su existencia en el aquí y ahora.

Además, la responsabilidad significa hablar en primera persona. Es común que para referirnos a nuestro cuerpo, a nuestras acciones o emociones, utilicemos la segunda ó tercera persona. Solemos decir “siento el cuerpo nervioso”, en vez de “yo estoy nervioso”. Este simple ejercicio de cambiar el lenguaje impersonal al personal, implica hacernos cargo de lo que nos pasa, ser un sujeto activo y no pasivo al que “le suceden las cosas”.

mujer flores

Brinda herramientas para tomar conciencia de nuestras necesidades y jerarquizarlas


Estamos rodeados de estímulos y por eso tenemos distintas necesidades que nos afectan de manera simultánea (ya sean fisiológicas o emocionales). Lo malo de esta cuestión es que muchas veces nos encontramos sin poder organizar estas necesidades de acuerdo a su jerarquía: hay algunas que debemos resolver sí o sí inmediatamente y otras que pueden esperar.

Lo bueno es que en la terapia Gestáltica, el énfasis está puesto en cómo toma consciencia el paciente de sus necesidades y sus emociones, y en cómo puede encontrar sus propias soluciones desde su propia experiencia y sus recursos.

Un proceso completo de una Gestalt se inicia con una necesidad, sigue con la toma de conciencia de ella (awareness o el darse cuenta), prosigue con una excitación, luego con el reposo y finalmente con el surgimiento de una nueva necesidad.

Hay una actitud de respeto hacia los problemas de los pacientes


En la terapia gestáltica existe una actitud de respeto por la enfermedad de la persona más que un intento de efectuar cambios. La aceptación (auto-aceptación a veces facilitada por el genuino apoyo externo) lleva al crecimiento y no al estancamiento. Una manera de no vivir es mantenerse apartado de la vida, diciéndonos a nosotros mismo lo que deberíamos estar haciendo.

Mujer con mar y atardecer de fondo

Así, perdemos de vista lo que somos. Por eso, el terapeuta gestáltico, nos ayuda a tomar consciencia de lo que somos y a aceptarlo en primer lugar, para luego, poder efectuar modificaciones.

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¿Te animarías a probar este tipo de terapia?