De residuo a recurso: ¿cómo la cáscara de papa se convierte en bioplástico ayudando al medio ambiente?. Un nuevo desarrollo en ciencia de materiales está logrando reducir la contaminación plástica usando lo que normalmente se considera basura: los restos de papa.

Investigadores y startups en Europa y América Latina están produciendo bioplásticos a partir del almidón presente en las cáscaras. Esta alternativa ecológica puede degradarse en semanas y servir como sustituto del plástico convencional en empaques, bolsas o utensilios descartables.

La producción global de papa deja toneladas de cáscara como residuo agroindustrial. Aprovechar este subproducto no solo alivia el problema del descarte, sino que impulsa un modelo de economía circular donde nada se tira y todo se reutiliza.

Además de bioplásticos, las cáscaras también se están usando en la elaboración de fertilizantes orgánicos y snacks saludables, cerrando un círculo virtuoso entre alimentación, ambiente y tecnología.

Esta innovación demuestra que las soluciones al cambio climático pueden surgir de lo más cotidiano. Lo que antes se desechaba hoy puede alimentar un futuro más verde.

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Crean un bioplástico a partir de la cáscara de papa. (imagen: infoagro.com.ar)

Países que reutilizan cáscaras de papa para bioplásticos y sostenibilidad