Un dicho muy popular anuncia que “las palabras tienen poder” y es que realmente las expresiones que decimos y escuchamos de los demás tienen la posibilidad de transformar la realidad, mucho más de lo que creemos.

En esta sabia frase, se resume una gran verdad y es que mediante las palabras podemos causar efectos positivos o negativos en los demás o en nosotros mismos. Es por ello, que tenemos que tener mucho cuidado de las palabras que usamos y cómo las utilizamos; pues son un instrumento de gran influencia.

De hecho, existen ciertas palabras que tenemos que tener mucho cuidado al momento de usarlas; sobre todo cuando se trata de nosotros mismos; pues si las usamos de manera inadecuada pueden afectar negativamente nuestro crecimiento personal, profesional y más.

6 Palabras PELIGROSAS que limitan NUESTRO POTENCIAL:

No: Si bien es cierto que es importante aprender a decir “no” en pro de nuestro bienestar; también es cierto que debemos evitar hacer uso de esta expresión de negación cuando se trata de definirnos a nosotros mismos y a los que quiero.

Así, debemos aprender a decir “voy a triunfar” en vez de decir “no quiero perder” y “me mantendré saludable” en vez de “no me quiero enfermar”. Ante la negación, en realidad lo que estamos haciendo es darle poder y atraer aquello que deseamos evitar en vez de atraer lo que en realidad deseamos.

Tengo que: Esta frase implica una obligación para nuestro subconsciente; por lo que cuando la decimos nuestro cerebro lo entiendo como una fuerte carga y esto puede ocasionar desánimo y desmotivación. En vez de “tengo que ir a trabajar”, se recomienda usar la frase “voy a trabajar”; en vez de “tengo que obtener las mejores calificaciones”, “quiero obtener las mejores calificaciones”. Este cambio de expresión hace que se transforme la energía y se cree mayor motivación.

Pero: Esta conjunción sirve para expresar obstáculos, por lo que su energía es bastante compleja. Es necesario hacer un intento por evitar los “peros”; pues produce desmotivación y desánimo. Sobretodo es importante evitarla cuando se trata de mencionar nuestros logros o nuestros deseos.

Pobrecito: esta palabra es una manera muy efectiva de victimizar y victimizarnos. Es importante no ponernos en esta posición, ni poner en esta posición a las personas a nuestro alrededor. Para manifestar empatía y solidaridad ante una circunstancia propio o ajena, es preferible hacer uso de otras palabras como “fuerza”, “fortaleza”, “valentía” y “ánimo”.

Nunca: esta palabra es muy absolutista; pero no es la única. La misma energía tienen palabras como: “jamás”, “siempre”, “nadie” y “todos”; que en ciertos contextos pueden afectar de manera muy negativa nuestra autoestima. Frases como: “nadie lo va a entender”, “nunca tengo tiempo”, “jamás me sale bien nada” son verdaderamente autodestructivas y necesariamente hay que evitarlas.

Algún día: hacer uso de esta frase cuando se trata de metas, sueños o deseos es realmente nocivo. Para llevar a cabo nuestros planes hay que establecer un tiempo determinado y no usar una expresión que denote indeterminación como esta. Lo mismo aplica para la palabra luego.

¿Qué te han parecido estas expresiones? ¿Las utilizas?