Cada eneatipo del eneagrama tiene un don, aquello que lo distingue de los otros y va a regalarle a los otros eneatipos. En el proceso de intercambio de regalos, donde cada eneatipo le regala su don al otro y a la vez recibe los regalos (dones) de los demás, ¿conoces los dones del SEIS? ¿Cómo se expresa? ¿Cómo lo puedes reconocer?

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Se acerca fin de año y ya se habla de posibles vacunas. De todos los eneatipos, el SEIS es el que siente mayor alivio. Este eneatipo tiene un sexto sentido para los peligros: puede ser prudente, temeroso y desconfiado, o bien, prever lo que viene y ser valiente a la hora de emprender nuevos caminos y establecer nuevos límites.

El SEIS es el “confiable”. Siempre está dispuesto a hacer lo esperado: es responsable en el cumplimiento de los compromisos contraídos y fiel a las personas y al deber. Sin embargo, este modo de comportarse surge de una constante duda sobre su rol en la vida y de un temor a actuar de manera inapropiada.

No tolera situaciones ambiguas y, en su añoranza por seguridad, busca una institución o libro-guía que le brinde respuestas infalibles. Jamás osaría trasgredir autoridades representadas por jerarquías externas bien definidas y procedimientos a seguir. En estos casos se siente bien y procede con seguridad.

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Valora la colaboración, la pertenencia y la tradición, como la familia, la iglesia, el equipo deportivo o un partido político. Es frecuente que perciba las críticas al grupo como dirigidas contra sí mismo y cuestione su propia posición antes de defenderla con seguridad interiorizada. Es habitual que recurra al pensamiento lógico para resolver su necesidad de seguridad. Este mecanismo puede llevarlo a quedar atrapado en la intelectualización y a no tomar decisiones.

El SEIS es el único eneatipo que puede manifestarse en dos modalidades; de allí, que a veces sea difícil reconocerse o reconocerlo. Puede evidenciarse de manera manifiesta o encubierta.

El SEIS manifiesto se muestra más temeroso, dubitativo, pasivo e introvertido. Se fía menos de sí mismo y está más atento a los sentimientos y a las relaciones. Tiende a esconder su cuerpo.

El SEIS encubierto, en cambio, se exhibe más valiente, decidido, agresivo y extrovertido, escondiendo sus miedos y adoptando actitudes de fuerza y decisión. Tiende a sobre exponer su cuerpo.

Sin embargo, siempre es una persona leal, responsable, correcta, dedicada y cálida.

Pero, ¿de dónde surgen estas características?

Según el eneagrama, cada eneatipo tubo una vivencia particular en la experiencia intrauterina. A su vez, pertenece a un determinado centro energético y focaliza la energía en un modo específico.

En la experiencia intrauterina, el SEIS siente primordialmente amor, que brinda unidad y afecto; su nacimiento está vinculado a una sensación de rechazo. Si lo pudiera expresar el SEIS diría: “¿Qué hice mal para que no me quieran?” En su anhelo de recuperar la vivencia intrauterina, el SEIS busca agradar siendo leal en los ámbitos donde se desenvuelve.

Al SEIS lo rige el centro de energía cerebral y abarca las funciones de percepción y pensamiento que necesitamos para orientarnos, tener claridad y sentirnos seguros. Su mecanismo de vincularidad es la seguridad: sentirse seguro en el lugar en el que se está. Cuando la seguridad no está garantizada ni dada por supuesto, surge un problema existencial que se relaciona con el miedo, la inseguridad y la desconfianza. Pareciera preguntar: ¿Dónde estoy realmente? ¿Es este un lugar seguro para mí?

El SEIS bloquea la energía cerebral, de este modo, se vuelve más dudoso, desconfiado e inseguro. En consecuencia, se comporta de forma leal frente a las autoridades, porque éstas le brindan seguridad.

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COMPARTIR SABIDURÍAS, LA MISIÓN DE CADA ENEATIPO

Así como cada eneatipo se enriquece en su contacto con los otros, también tiene sabidurías específicas para compartir con los demás. Compartir estas sabidurías es la misión de vida de cada eneatipo. Por ejemplo, el UNO puede aprender de este la aceptación, para pasar de la autoridad interior a la exterior.

El eneatipo DOS puede aprender a pedir y así poder recibir. Para lograr integrar equipos verdaderamente, el TRES puede aprender a sumarse. El CUATRO puede tomar del SEIS el respeto por las reglas y finalmente acatar cuando es necesario, para pasar de la rebeldía a la aceptación de las normas.

Para dejar de guardarse el saber para sí mismo y convertirlo en un saber colectivo, este eneatipo puede enseñarle al CINCO a compartir. El SIETE puede aprender a serenarse, mientras que el OCHO puede aprender a correrse del lugar de líder y colaborar a través de la cooperación. Por último, el NUEVE podría comenzar a comprometerse como el SEIS, pasando de la imparcialidad a la preferencia.

¿Qué dones puedes aprender de este eneatipo?