Sucede que Tokio fue nombrada la ciudad más honesta del mundo. ¿Por qué merece este calificativo? Pues, la razón principal es por una interesante estadística: al año se regresan más de 130 mil celulares perdidos.

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Una ciudad con más de 140 millones de habitantes

Se considera que es la segunda área metropolitana más poblada del mundo. Como es de suponerse, es normal que se pierdan muchas cosas a diario. Además, uno de los objetos más extraviados son los celulares.

Esta urbe es una peculiar mezcla de modernidad y tradición. Es posible ver áreas verdes con la tradicional jardinería japonesa, así como grandes rascacielos y muchos ejemplos de tecnología de punta.

Por supuesto que los japoneses tienen gran cantidad de teléfonos inalámbricos. De hecho, varios de los fabricantes mundiales de estos artículos se encuentran en ese país. ¡Y resulta que es un aparato que se suele perder!

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Estadísticas que demuestran la honestidad de los pobladores de Tokio

Hay muchos datos muy interesantes suministrados por la Policía Metropolitana de Tokio. Los mencionamos a continuación:

- Los agentes policiales regresaron a sus dueños el 73% de los documentos de identidad perdidos. Esto significa una cifra de más de 545 mil casos de documentos perdidos.

- Se recuperaron el 65% de las billeteras y bolsos de mujeres. Esto es un total de 240 mil casos.

- Quizás, la estadística más interesante es que se retornaron el 83% de los celulares extraviados. Esto quiere decir que cerca de 130 mil teléfonos regresaron a manos de sus propietarios.

Como se puede notar, es muy alta la tasa de recuperación de objetos perdidos. Llama la atención el caso de los teléfonos de alta gama, los cuales son entregados a la policía. Las personas luego los pueden buscar y los recuperan.

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¿Cómo se explica la elevada honestidad de los japoneses?

En la capital japonesa hay gran cantidad de policías. Además, la profesión policial es muy respetada y forma una excelente institución. Cada barrio cuenta con un kōban, que es el nombre de las comisarías de cada sector.

Se añade el fuerte influjo del budismo y el sintoísmo. Sucede que esto hace que haya una prioridad sobre lo colectivo. Ocurre que adueñarse de algo ajeno sería un acto de egoísmo inaceptable en la cultura japonesa.

Es así como la capital de Japón ha ganado un hermoso título. Ser la urbe con mayor honestidad en el planeta es sinónimo de una sociedad en que la vale la pena vivir.

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¿Te gustaría vivir en Japón? Todas sus ciudades son limpias, hermosas y la gente es muy educada. Además, convivir con personas honestas es una magnífica experiencia.

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