El clima en el mundo ya no es como antes; y eso es algo que puede comprobar cualquier persona, desde los lugares más distantes del planeta. Temperaturas elevadas, disminución de los hielos marinos, aumentos del nivel del mar, inundaciones, incremento del calor de los océanos, sequías inéditas, son algunos de los fenómenos que estamos escuchando cada vez más en las noticias o, peor aún, viendo con nuestros ojos alrededor. Lo que pasa en un sitio ya no es un hecho aislado, y lo que parecía una profecía de una película de ciencia ficción parece tomar cada vez más tintes de realidad. 

Recientemente, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que depende de la Organización de Naciones Unidas (ONU), publicó un informe sobre el estado del clima y, según indica, las condiciones meteorológicas y climáticas extremas no se han revertido. Los datos que recopila están basados en registros internacionales de varios centros de análisis climáticos mundiales; información de institutos de investigación y Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales de la OMM; y otros registros de organizaciones de Naciones Unidas, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), entre otros.

¿Qué es lo que dice el informe? 

En el informe se confirma que 2016 fue el año más cálido del que del que se ha tenido registro, con una temperatura 1,1 °C superior a los niveles preindustriales. Respecto de esto, destaca el episodio de "El Niño" de 2015/2016 como el causante de un mayor calentamiento, además del cambio climático producido a largo plazo por las emisiones de gases de efecto invernadero.

En este sentido, también señala que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzaron un récord en el registro histórico, superando las 400 partes por millón en 2015, y no disminuirán rápidamente, debido al al carácter duradero de este gas no solo en el aire, sino también en los océanos.

En el caso de estos últimos, la OMM indicó en su informe que ascendieron alrededor de 20 centímetros desde comienzos del siglo XX; y que, el nivel del mar aumentó cerca de 15 milímetros solo entre noviembre de 2014 y febrero de 2016; un nivel muy superior a la tendencia de 3 a 3,5 mm por año que se observó después de 1993.

Los hielos marinos, por su parte, han disminuido más de 4 millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio; al mismo tiempo que las temperaturas en los océanos han aumentado y provocado la decoloración de los arrecifes de coral, generando un efecto dominó negativo en las cadenas alimentarias marinas, los ecosistemas y la pesca.

Por otra parte, las sequías afectaron, sobre todo, las zonas de África y América Central. Especialmente en el primer caso, disminuyó entre un 20% y un 60% por debajo de la media durante la estación lluviosa estival. Y esto pone en jaque la seguridad alimentaria de más de 18 millones de personas.  

Además, según las cifras provisionales, el 2016 sería el año más seco de que se tenga constancia en la cuenca del Amazonas y en el período también en que se registraron sequías importantes en el noreste del Brasil. A su vez, el Niño provocó condiciones de sequía en otros países de América Central y del norte de América del Sur.

Como contrapartida de las sequías, en promedio en China fue el año más lluvioso, con una media nacional 16% superior a la media (730 mm).

En el informe también se menciona el caso del huracán Matthew, que generó graves consecuencias en Haití, siendo la primera tormenta de de categoría 4 en tocar tierra desde 1963.

¡Es hora de que comencemos a revertir estas tendencias! 

Para más información puedes leer el informe completo aquí.