Muchas veces, en el afán de cuidar y educar a los más chicos, los adultos cometemos el error de exigirles cosas que no son capaces de dar. Eso los confunde y puede alterar su comportamiento. Lo peor es que la mayoría de las veces no somos conscientes de ello. ¡Es que lo hacemos sin notarlo!

En este artículo te diremos algunas de las cosas más comunes que hacemos sin querer pero que alteran a los más chiquitos. Por suerte, es algo muy sencillo de revertir.

1. Sobreexigirlos

Hay quienes piensan que, como tienen mucha energía, los niños deben estar siempre ocupados en cosas productivas. En realidad, trasladamos en los más chicos nuestra propia ansiedad por hacer valer el tiempo. Así, los pequeños terminan con agendas repletas, casi sin espacio para el ocio.

Pero en realidad, para los más chicos el tiempo de ocio y relajación no solo es importante igual que para los adultos, sino que también es vital para su desarrollo. Quitarles esos espacios puede hacer que se pongan irritables, hiperactivos o que tengan colapsos inesperados. Por eso, deberíamos procurar dejarles un espacio para descansar sin nada que hacer.

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2. Castigarlos por expresar sus sentimientos

A veces, los adultos nos decimos que sería hermoso poder sentir como un niño, ¡y es verdad! Es que los más chicos son completamente honestos expresando sus emociones, porque no saben hacerlo de otra forma.

El problema es que cuando esos sentimientos se vuelven un problema (por ejemplo, ante un ataque de llanto en lugares inapropiados) los adultos tienden a reprimirlos y castigarlos. Eso no es bueno para los chicos, porque solo les dice que expresarse no está bien. Lo ideal es intentar calmarlos sin reprenderlos.

3. Problemas emocionales en los padres

Se dice que los niños son como una esponja que todo lo absorbe, y la verdad es que es así. Por eso, cuando tienen problemas de comportamiento inexplicables es buena idea preguntarse qué está pasando en la casa.

Muchas veces la tristeza, la rabia, el miedo, el estrés o la angustia de los mayores se transmite a los hijos, haciendo que estos cambien su comportamiento. ¡Es muy importante tenerlo en cuenta!

4. Falta de atención

Cuando los pequeños sienten que sus padres no les prestan suficiente atención, experimentan muchas emociones que no pueden manejar. Por eso suelen reaccionar con rebeldía, incluso con reacciones agresivas. En el fondo, es su manera inconsciente de pedir atención. Por eso es importante que si el niño de pronto comienza a tener este tipo de cambios en su comportamiento, se preste atención a si se les está atendiendo lo suficiente.

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5. No ser constante a la hora de poner límites

Para los chicos, los límites son importantes. Les enseñan qué es lo que se puede y qué no. El problema aparece cuando esos límites son tan flexibles que no se comprenden. Por ejemplo, si un día decimos que algo “no se hace” y luego se los permitimos. Ese tipo de indicaciones confusas pueden hacer que los niños terminen confundidos y no respeten ningún tipo de límites

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Como ves, hay muchas cosas que alteran el comportamiento de los niños sin que lo sepas. Por eso lo importante siempre es escucharlos e intentar comprenderlos.

Fuentes:

El Confidencial