El estrés es cualquier factor que tienda a sacar del estado de equilibrio fisiológico del animal. Se considera un tensor (sonidos, temperatura, movimientos, etc.) y el impacto que produce en su organismo se denomina estrés.

Debido a nuestro estilo de vida actual, el miedo y el dolor son, en nuestras mascotas, los estímulos estresores más frecuentes. Aunque no por eso debemos descuidar la posible participación de otros estresores como, por ejemplo, la mala alimentación.

Antes de continuar es importante aclarar que existe un estrés fisiológico “saludable” (euestrés) y uno que no lo es (diestrés). El euestrés le permite a los animales reaccionar para generar adaptaciones necesarias, huir de algún peligro o protegerse.

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Los cambios desencadenados por el estrés

Entre los síntomas más destacables frente al miedo o la frustración, están la desviación de la sangre de las vísceras hacia los músculos, el aumento de la sensibilidad auditiva y táctil, aumento de las pulsaciones y el aumento de energía disponible.

Estos cambios son imprescindibles tanto para enfrentar como para huir del estresor en casos de miedo y/o frustración. Este fenómeno debe ser temporal, de lo contrario pasara a generar problemas en el organismo y en la conducta de la mascota.

Desde el punto de vista del miedo, es fundamental hacer un uso eficaz de los recursos que el estrés le proporciona, de este modo sabrá gestionar el estrés y generar adaptación positiva terminando con el problema. A menudo aquí nos ayuda un especialista veterinario denominado “Etólogo”:

Por el contrario, si no logra gestionar en forma apropiada su estrés, el gasto de energía aumenta su comportamiento se vuelve errático y comienzan los problemas conductuales como las vocalizaciones sin sentido, perseguir la cola, esconderse bajo las camas, orinarse, etc.

Estas manifestaciones conductuales pueden derivar a problemas físicos como otitis, gastroenteritis, cistitis, conjuntivitis, trastornos del sueño entre otros, productos del sobre desgaste metabólico derivado del ciclo del estrés.

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¿Por qué las mascotas se contagian del estrés?

Durante este contexto de pandemia, es probable que tu mascota este siendo sobre-exigida desde distintos puntos de vista. Puede que por temas de distribución no ha podido recibir su alimento, o tal vez le has tenido que cambiar en forma abrupta.

Asimismo, pasando por la disminución de su actividad física (paseos más cortos), hasta que el estrés de nosotros genera un ambiente poco propicio si estamos menos tolerantes con ellas y levantamos la voz o tenemos cualquier manifestación de nuestro diestrés con ellos.

Antes de indicarte algunas de las situaciones más comunes de estrés en mascotas quiero que entiendas que el temperamento individual juega un papel fundamental en la forma que tiene el animal de entender el ambiente que lo rodea; y nos llevan a pensar que cada sujeto debe ser considerado en su individualidad, aunque hay puntos comunes.

Es decir, que tu forma de manejar la situación con tu mascota es el piso necesario para que él/ella pueda gestionar mejor herramienta para enfrentar esta situación. Situaciones más comunes:

● Peluquería

● Visita al veterinario

● Caja de transporte

● Sobreprotección del dueño

● Castigos inadecuados

● Quedarse solo/a

● Adopción

● Nuevo miembro de la familia

● Viajar

● Ruido

● Adiestramientos

● Hospitalización

Si antes de la pandemia alguna de estas situaciones la identificas para tu mascota, esto se puede ver agravado por el contexto actual.

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Síntomas de estrés

En situaciones de estrés agudo, el animal presentará síntomas evidentes y muy reconocibles como babeo, jadeo, lamerse los labios, inquietud, ansiedad, temblor, agresividad

En algunos estudios, se ha observado una predisposición racial a ciertas conductas. “Tenemos en la conducta de perseguirse la cola al Pastor Alemán y al Bull Terrier; en la dermatitis en la base de la cola por lamido en las razas de Labrador, Doberman, Akita, Maltés, Dálmata, Setter Inglés, Shar-Pei, Schnauzer Mediano y Weimaraner, entre otras”, indica Manteca.

¿Qué hacer?

Si te genera dudas que tu mascota pueda estar bajo alguna de estas condiciones consulta a tu veterinario o bien directamente con un etólogo, quien te confirmará y orientará de manera directa sobre qué hacer.

Algunos consejos que puedes seguir para prevenir son:

● La alimentación con bajo contenido de granos

● Usar lavanda como aromaterapia en casa

● Si es posible, que tenga contacto con la tierra con sus patas

● Potenciar los ejercicios olfativos. Haz clic aquí para saber más al respecto.

●Entregarles cariño que potencian. el vínculo con ellos y aumenta la liberación de endorfinas (hormonas necesarias para bajar el cortisol).