Conducir nos hace estar más alertas que de costumbre, por eso muchas personas pueden estresarse al hacerlo. Todos los sentidos tienen que estar enfocados porque cualquier distracción, por más mínima que sea, podría generar un accidente.

Por eso algunas cosas están prohibidas al volante, como estar alcoholizado o utilizar el celular. Es preciso poder actuar a tiempo y para eso es fundamental estar bien.

Pero más allá de estas prohibiciones que son más conocidas, los efectos secundarios de algunas enfermedades también podrían poner en riesgo tu vida o la de tus acompañantes en un auto. Conoce cuáles son y si tienes alguna de ellas, mejor no conduzcas.

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Depresión

Los especialistas recomiendan que quienes se encuentran pasando por un cuadro depresivo y estén medicados no conduzcan, ya que algunos de esos fármacos podrían afectar directamente la capacidad para manejar. Por ejemplo, podrían generar adormecimiento.

Anemia

En algunos casos, la anemia puede generar fatiga, mareos o taquicardia. Por eso se recomienda no manejar, a menos que el médico lo autorice.

Diabetes

Según los especialistas, los accidentes de hipoglucemia severa -bajos niveles de glucosa en sangre- son el riesgo más grave de los diabéticos al volante. Las personas con diabetes tipo 1 suelen tener mayor riesgo de accidente que las del tipo 2.

Fobia a conducir

Algunas personas sufren de amaxofobia o fobia a conducir. Esto puede generarles ansiedad y estrés al volante, aumentando el riesgo de generar accidentes. Por eso, lo más recomendable es trabajarlo por fuera de esa situación concreta o, de hacerlo, nunca estar solo.

enfermedades con las que no debes conducir

A esta lista también podríamos agregar: problemas en el sueño (ya que dormirse al volante podría ser fatal), ataques de alergia (podrían hacer que cerremos los ojos al estornudar varias veces seguidas) y otros desequilibrios que podrían hacernos no estar tan alertas al volante. Si te sientes así, lo mejor que puedes hacer es buscar otro transporte o pedirle a alguien que te lleve.

Recuerda que no es "solo un segundo", puedes poner en riesgo tu vida y la de alguien más.

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Fuentes:

TN