Inglaterra aplica inyección para tratar 15 tipos de cáncer: el sistema público de salud del Reino Unido comenzó a implementar una aplicación rápida de inmunoterapia que puede utilizarse en pacientes con diferentes patologías, marcando un avance significativo en los tratamientos oncológicos y en su experiencia.

Esta nueva modalidad permite reducir de manera considerable el tiempo de administración en comparación con los métodos tradicionales, que suelen requerir sesiones prolongadas por vía intravenosa.

Qué es la inmunoterapia y por qué representa un avance

La inmunoterapia es un tratamiento que estimula el sistema inmunológico del propio paciente para que pueda reconocer y atacar las células cancerígenas de forma más efectiva.

A diferencia de otras terapias, no actúa directamente sobre el tumor, sino que fortalece las defensas naturales del organismo, lo que en muchos casos mejora la tolerancia al tratamiento y reduce efectos secundarios.

Una empresa logró convertir la orina en fertilizante

Cómo funciona la nueva inyección rápida

La principal innovación de esta terapia es su forma de administración subcutánea, que se realiza mediante una inyección que dura apenas unos minutos.

Esto contrasta con los tratamientos convencionales, que pueden demorar entre 30 minutos y varias horas, y que requieren mayor infraestructura hospitalaria y tiempo de internación ambulatoria.

Imagen: IA
Imagen: IA

Qué tipos de cáncer pueden tratarse con esta inyección

Según informaron las autoridades sanitarias británicas, la inyección puede utilizarse en hasta 15 tipos de cáncer, entre ellos algunos de los más frecuentes.

La indicación depende del diagnóstico, el estadio de la enfermedad y la evaluación médica individual, por lo que no reemplaza otros tratamientos, sino que se integra a los esquemas existentes.

Un cambio importante en la experiencia de los pacientes

Uno de los principales beneficios señalados es la mejora en la calidad de vida de los pacientes, ya que:

  • Reduce el tiempo de permanencia en hospitales
  • Disminuye la carga física y emocional del tratamiento
  • Facilita el acceso a la terapia en el sistema público
  • Optimiza los recursos del sistema de salud