El té gana cada vez más adeptos, y así surgen nuevas variedades que ganan popularidad. Todas ellas tienen propiedades beneficiosas para la salud. Entre tantas opciones para elegir, es bueno saber cuándo es mejor beber cada una.

Esta bebida que hoy es una de las más comunes para nosotros fue descubierta por el emperador chino, Sheng Nung alrededor del 2737 antes de Cristo. En las ciudades más importantes se realizan circuitos para conocer casas de té, hay vajilla especializada y hasta personas que incursionan en cursos como sommelier de té, catador de té, tea master o tea blender.​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

Sobre la mejor forma de tomarlo, existen distintas teorías. Hay quienes sostienen que para tomar un buen té hay que seguir ciertos pasos, como hervir el agua, o esperar tres minutos para que el agua tomen el sabor de las hierbas, no estrujar las bolsas contra la cucharita, o solo tomarlo en hebras.

Para qué tomar cada variedad de té

- Té verde: esta infusión sirve como antioxidante. Es digestivo, acelera el metabolismo y ayuda a bajar de peso. Tiene muchas vitaminas, es por eso que ayuda a reforzar el sistema inmunológico.

- Té negro: es un estimulante mental, es por eso que ayuda mucho a la memoria y para procesar mejor la información. También se lo recomienda para dolores de cabeza y para prevenir enfermedades cardíacas.

- Té blanco: rejuvenece las células del cuerpo y tiene una alta concentración de vitaminas C y E.

- Té rojo: mejora el funcionamiento del hígado porque ayuda a acelerar el metabolismo y a quemar grasas.

- Té oolong o té azul: es el que se bebe cuando se quiere reducir el colesterol. También es bueno para reducir la presión arterial.

- Matcha: este té verde proveniente de China, es uno de los más nombrados por estos días. Fortalece el sistema inmunitario, ayuda a reducir el estrés, estimula la mente y relaja el cuerpo, reduce las infecciones y las caries, baja los niveles de azúcar en sangre, colabora a mantener controlada la diabetes y mejora el aspecto de la piel.

No viene en hebras como los demás, sino que sus hojas se trituran y están molidas en forma de polvo. Para consumirlo es necesario batirlo con agua, y esto hace que sus beneficios sean más efectivos porque los componentes saludables están más concentrados.

matcha

- Té de hibisco: este té que tiene su origen en Egipto, está libre de cafeína y podría prevenir enfermedades cardíacas y combatir infecciones. Lo que se ingiere son los sépalos de la flor en infusión, lo cual le aporta a la bebida un color rojizo. Destaca por su contenido de vitamina C, y ayuda a bajar la presión sanguínea y a disminuir el colesterol LDL.

- Té de laurel: la hoja del arbusto perteneciente a las lauráceas contiene vitaminas B y C, calma golpes e inflamaciones. También es un antiséptico, expecxtorante y antiinflamatorio, previene alergias y evita que enfermes de gripe o resfríos.

Conocer las virtudes y propiedades del té, saber cuáles son las distintas variedades que existen, nos ayuda a elegirlos no sólo por gusto, sino también para curar.

Y a ti, ¿qué variedad de té te gusta más?