Virus secretos en el intestino podrían revolucionar la salud: un equipo de investigadores australianos identificó cientos de nuevos patógenos que habitan dentro de las bacterias del intestino humano.
Según el estudio, publicado el 15 de octubre en la revista Nature, estos microorganismos podrían desempeñar un papel clave en la forma en que funciona la microbiota intestinal, e incluso utilizarse en el futuro para mejorar la salud digestiva y prevenir enfermedades.
Qué reveló la investigación australiana
El trabajo fue realizado por científicos de la Universidad Monash de Australia, en colaboración con el Instituto Hudson de Investigación Médica. Se trata del primer estudio a gran escala que utiliza un enfoque basado en cultivos para aislar y analizar bacteriófagos templados —virus que infectan bacterias— presentes en el intestino humano.
Los resultados sugieren que estos virus podrían influir directamente en el equilibrio de las bacterias intestinales y, por ende, en la salud general del organismo.
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La microbiota intestinal está compuesta por miles de millones de microorganismos, entre ellos bacterias y virus, que cumplen funciones vitales como la digestión, la producción de vitaminas y la regulación del sistema inmunológico.
Dentro de esta comunidad, los bacteriófagos (virus que infectan bacterias) juegan un rol determinante: atacan, modifican o intercambian material genético entre bacterias, lo que puede alterar su comportamiento y, en consecuencia, afectar nuestra salud.
Los virus que “moldean” el intestino
El estudio descubrió que la mayoría de las bacterias intestinales albergan virus llamados profagos, que permanecen inactivos dentro de ellas hasta que se activan por estímulos específicos.
De hecho, los científicos determinaron que hasta el 90% de las bacterias intestinales pueden contener profagos, lo que significa que el intestino humano es un ecosistema mucho más dinámico de lo que se pensaba.
La stevia, una de las claves del descubrimiento
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron 252 muestras bacterianas humanas cultivadas en laboratorios sin oxígeno. Las sometieron a diferentes condiciones y compuestos para observar cuándo los virus se activaban.
Sorprendentemente, descubrieron que la stevia, un edulcorante natural de origen vegetal, y ciertos compuestos liberados por las células intestinales humanas, fueron los principales activadores de los virus intestinales.
“Este estudio cambia por completo nuestra forma de pensar los virus en el intestino humano”, señaló Jeremy Barr, autor principal del trabajo y profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Monash.
Por su parte, la investigadora Sofia Dahlman destacó que “el cuerpo humano no es un entorno pasivo, sino que influye activamente en el comportamiento de los virus que habitan dentro de él”.
Un futuro prometedor para la medicina digestiva
Este descubrimiento abre la puerta a nuevas terapias personalizadas basadas en virus intestinales. En el futuro, comprender cómo estos microorganismos moldean el microbioma podría permitir diseñar tratamientos más precisos para enfermedades como la obesidad, el síndrome del intestino irritable o incluso trastornos inmunológicos.
El intestino, una vez más, confirma su papel como “segundo cerebro” y epicentro silencioso de la salud humana.
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