Todos tenemos sueños, metas, cosas que nos gustaría hacer y que, sin embargo, suelen quedar olvidadas en medio de la rutina y los compromisos de todos los días. Pero es importante tenerlos presentes para no perder nuestro norte, el camino a seguir que marca nuestro corazón para que podamos ser felices.

El mapa de tus sueños es una herramienta ideal para plantear tus objetivos. Enunciarlo ya es en sí un ejercicio de visualización, y eso es muy importante, ya que el poder que tiene nuestra mente es mucho más grande de lo que creemos. Aunque hay cosas que hacemos casi por inercia, y generar cambios puede llevar bastante tiempo, tenemos la capacidad de crear pensamientos que, en vez de bloquearnos, nos abran nuevas realidades.

En verdad, todos deberíamos hacer el mapa de los sueños por lo menos una vez en la vida, aunque lo más recomendable es renovarlo, ya que no siempre deseamos lo mismo.

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Se trata de un cuadro, una cartulina, o un diseño digital donde con frases, fotografías, dibujos o lo que más te represente, en el que expresas qué es lo que quisieras lograr. El ejercicio que está de fondo para comenzar a hacerlo es preguntarte: ¿Cómo quisiera verme? ¿Qué me gustaría ser o hacer? ¿Qué me propongo?

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Paso a paso

Como decíamos antes, lo primero que debes hacer es preguntarte qué te gustaría hacer: ¿viajar? ¿Enamorarte? ¿Cambiar de trabajo? ¿Comer más saludable? ¡Haz una lista!

Lo más importante al hacer la lista es que no te reprimas. No creas que hay algo que no deberías desar, que no es para tí. A veces, sin quererlo, nos imponemos a nosotros mismos restricciones que nos hacen ver pocas posibilidades. Por eso, el primer paso, es quitarnos de encima los prejuicios, que no suelen ser otra cosa que miedos que nos boicotean.

Entonces, haz la lista como si fuera una tormenta de ideas. No lo pienses demasiado. Deja que las palabras vengan a tu mente. Escribe todo lo que desearías, sin restricciones, como si tuvieras frente a ti a un mago o un genio que pudiera simplemente concederte todo lo que te gustaría lograr para ser feliz, para encontrar bienestar en tu vida y realizar plenamente tu propósito. No pongas ningún "no" por delante. Intenta hacer el ejercicio de pensar en positivo.

Si te cuesta, prueba tomarte un momento para imaginarlo con una meditación, o bien toma unas cuantas revistas y míralas hasta que veas algo que te resuene. Recórtalo y guárdalo para armar un collage en tu mapa. Nuevamente: no dejes afuera ningún deseo, y recuerda que cuánto más concreto seas, más específica será tu determinación.

En tu papel o cartulina, vuelca tus deseos de la manera que más te guste para expresarlos. Puedes usar fotografías, recortes de revistas, frases escritas, dibujos, y todo lo que tu creatividad te aporte. Puedes apoyarte citando frases que te motiven, que te generen buenos sentimientos, que te den inspiración para alcanzar cada objetivo. Recuerda no formular nada en tono negativo.

Haz el ejercicio de transformar la manera de enunciar lo que quieres cambiar pensando en su opuesto y formulándolo de manera afirmativa. Por ejemplo, si pretendes dejar de fumar, puedes proponerte tomar hábitos más saludables.

Una persona escribe en un cuaderno en un parque


Para que tu mapa cumpla con su objetivo, deberías ver en él, de manera rápida y clara, lo que te has propuesto. Además, debería darte la sensación de que tus sueños están en camino de cumplirse. Esto es muy importante, ya que para visualizar, es fundamental sentir. Hay quienes sostienen que cuando uno vibra una realidad que no coincide con lo concreto, el Universo equilibra las energías para que se concrete. Es decir, actúa a tu favor.

Cuando termines tu mapa, cuando creas que no te ha quedado nada en el tintero y todas tus metas están allí expresadas, ubícalo en un lugar en el que puedas verlo todos los días. Puedes ponerlo como fondo de pantalla de tu ordenador si lo haces en formato digital, o sobre tu escritorio o mesa de luz, por ejemplo.

Recuerda que tu mapa puede ir cambiando, pues no siempre deseas lo mismo. Esto quiere decir que puedes agregar otras metas que vayan surgiendo, o modificando las que ya están allí. De hecho, de ser necesario, puedes volver a armar tu mapa.

Tener en claro tu norte y disponer tu energía y creatividad para materializar esos deseos abrirá el camino y te dispondrá positivamente para ir tras tus sueños. El ejercicio de enfocarte en ellos es la clave para entender que la vida y las oportunidades dependen de que centres en ellas la mirada.

Cuando concentramos nuestra energía en algo, simplemente ocurre. Y eso no es magia, es el poder de tu pensamiento y de tu intención. Aprovéchalos y ponlos a funcionar a favor de tu crecimiento.

Fuentes:

Wikihow

Hazlo diferente

El mapa de tus sueños es una herramienta ideal para plantear tus objetivos. Enunciarlo ya es en sí un ejercicio de visualización, y eso es muy importante, ya que el poder que tiene nuestra mente es mucho más grande de lo que creemos. Aunque hay cosas que hacemos casi por inercia, y generar cambios puede llevar bastante tiempo, tenemos la capacidad de crear pensamientos que, en vez de bloquearnos, nos abran nuevas realidades.

En verdad, todos deberíamos hacer el mapa de los sueños por lo menos una vez en la vida, aunque lo más recomendable es renovarlo, ya que no siempre deseamos lo mismo.

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Se trata de un cuadro, una cartulina, o un diseño digital donde con frases, fotografías, dibujos o lo que más te represente, en el que expresas qué es lo que quisieras lograr. El ejercicio que está de fondo para comenzar a hacerlo es preguntarte: ¿Cómo quisiera verme? ¿Qué me gustaría ser o hacer? ¿Qué me propongo?

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Paso a paso

Como decíamos antes, lo primero que debes hacer es preguntarte qué te gustaría hacer: ¿viajar? ¿Enamorarte? ¿Cambiar de trabajo? ¿Comer más saludable? ¡Haz una lista!

Lo más importante al hacer la lista es que no te reprimas. No creas que hay algo que no deberías desar, que no es para tí. A veces, sin quererlo, nos imponemos a nosotros mismos restricciones que nos hacen ver pocas posibilidades. Por eso, el primer paso, es quitarnos de encima los prejuicios, que no suelen ser otra cosa que miedos que nos boicotean.

Entonces, haz la lista como si fuera una tormenta de ideas. No lo pienses demasiado. Deja que las palabras vengan a tu mente. Escribe todo lo que desearías, sin restricciones, como si tuvieras frente a ti a un mago o un genio que pudiera simplemente concederte todo lo que te gustaría lograr para ser feliz, para encontrar bienestar en tu vida y realizar plenamente tu propósito. No pongas ningún "no" por delante. Intenta hacer el ejercicio de pensar en positivo.

Si te cuesta, prueba tomarte un momento para imaginarlo con una meditación, o bien toma unas cuantas revistas y míralas hasta que veas algo que te resuene. Recórtalo y guárdalo para armar un collage en tu mapa. Nuevamente: no dejes afuera ningún deseo, y recuerda que cuánto más concreto seas, más específica será tu determinación.

En tu papel o cartulina, vuelca tus deseos de la manera que más te guste para expresarlos. Puedes usar fotografías, recortes de revistas, frases escritas, dibujos, y todo lo que tu creatividad te aporte. Puedes apoyarte citando frases que te motiven, que te generen buenos sentimientos, que te den inspiración para alcanzar cada objetivo. Recuerda no formular nada en tono negativo.

Haz el ejercicio de transformar la manera de enunciar lo que quieres cambiar pensando en su opuesto y formulándolo de manera afirmativa. Por ejemplo, si pretendes dejar de fumar, puedes proponerte tomar hábitos más saludables.

Una persona escribe en un cuaderno en un parque


Para que tu mapa cumpla con su objetivo, deberías ver en él, de manera rápida y clara, lo que te has propuesto. Además, debería darte la sensación de que tus sueños están en camino de cumplirse. Esto es muy importante, ya que para visualizar, es fundamental sentir. Hay quienes sostienen que cuando uno vibra una realidad que no coincide con lo concreto, el Universo equilibra las energías para que se concrete. Es decir, actúa a tu favor.

Cuando termines tu mapa, cuando creas que no te ha quedado nada en el tintero y todas tus metas están allí expresadas, ubícalo en un lugar en el que puedas verlo todos los días. Puedes ponerlo como fondo de pantalla de tu ordenador si lo haces en formato digital, o sobre tu escritorio o mesa de luz, por ejemplo.

Recuerda que tu mapa puede ir cambiando, pues no siempre deseas lo mismo. Esto quiere decir que puedes agregar otras metas que vayan surgiendo, o modificando las que ya están allí. De hecho, de ser necesario, puedes volver a armar tu mapa.

Tener en claro tu norte y disponer tu energía y creatividad para materializar esos deseos abrirá el camino y te dispondrá positivamente para ir tras tus sueños. El ejercicio de enfocarte en ellos es la clave para entender que la vida y las oportunidades dependen de que centres en ellas la mirada.

Cuando concentramos nuestra energía en algo, simplemente ocurre. Y eso no es magia, es el poder de tu pensamiento y de tu intención. Aprovéchalos y ponlos a funcionar a favor de tu crecimiento.

Fuentes:

Wikihow

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