La tecnología es una parte omnipresente de la vida moderna. En todo el mundo, más de dos mil millones de personas poseen un teléfono inteligente. En una encuesta reciente realizada por Pew Research Center (2015), el 46% de los adultos informó que "no podían vivir" sin sus teléfonos inteligentes.

A esta preferencia de los humanos por la tecnología se le ha llamado “tecnoferencia”. Un estudio reciente echa luz sobre cómo esta tendencia afecta nuestras relaciones interpersonales.

[También te puede interesar: Pasar mucho tiempo con pantallas, ¿puede retrasar el desarrollo del niño?]

Por qué nos atraen tanto los smartphones
(Fuente: Unsplash)

¿Qué sabemos?

Como adaptaciones psicológicas que mejoran la supervivencia humana y la condición física inclusiva, la auto-divulgación y la capacidad de respuesta evolucionaron en el contexto de las redes pequeñas para facilitar los lazos sociales, promover la confianza y mejorar la cooperación.


Estas adaptaciones son fundamentales para el desarrollo de enlaces de apego, y la teoría de apego es una teoría evolutiva que proporciona una explicación sólida de las formas en que la vinculación humana proporciona una aptitud reproductiva e inclusiva.

Siguen las investigaciones

Una reciente investigación presenta y describe el caso de un desajuste evolutivo entre los teléfonos inteligentes y los comportamientos sociales que ayudan a formar y mantener relaciones sociales cercanas.

Este documento sostiene que los teléfonos inteligentes y sus comodidades, si bien son altamente beneficiosos en muchas circunstancias, responden a nuestras necesidades evolucionadas de auto-divulgación y capacidad de respuesta a través de amplias redes virtuales. A su vez, tienen el potencial de socavar las interacciones interpersonales inmediatas.

En esta investigación, los expertos argumentan que los teléfonos inteligentes y las facilidades que ofrecen, tales como la comunicación casi instantánea basada en texto bidireccional, crean una capacidad de respuesta que aleja a las personas de sus interacciones interpersonales inmediatas y las lleva a interacciones virtuales.

Estas interacciones virtuales pueden proporcionar innumerables beneficios. Sin embargo, estudios previos sugieren que también hay un inconveniente potencial, y ese es un costo para nuestras relaciones inmediatas, cara a cara y nuestras interacciones continuas en tiempo real.

La investigación titulada: “Smartphones y relaciones cercanas: el caso de un desajuste evolutivo” estuvo liderada por el Dr. David Sbarra y fue publicada en la revista especializada Perspectives on Psychological Science el pasado mes de febrero.

Conclusiones


Los expertos revisaron la evidencia emergente sobre el tema de la tecnoferencia, definida como las formas en que el uso del teléfono inteligente puede interferir o entrometerse en las interacciones sociales cotidianas (ya sea entre parejas o dentro de las familias).

¿Alguna vez tu smartphone ha interferido en tus relaciones? ¡Cuéntanos!

Fuentes:

Perspectives on Psychological Science