UICN reconoce el ecocidio como crimen internacional y es una novedad mundial: la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) dio un paso histórico al respaldar la tipificación del ecocidio como crimen internacional, marcando un hito sin precedentes en la gobernanza ambiental global.
La moción histórica que cambia la justicia ambiental
Durante el Congreso Mundial de la UICN en Emiratos Árabes Unidos, más de 1.400 miembros entre Estados, ONG, científicos y pueblos indígenas aprobaron la Moción 061: “Reconocer el delito de ecocidio para proteger la Naturaleza”.
El respaldo fue contundente: 62% de los gobiernos y agencias, y 93% de las ONG y organizaciones indígenas, reflejando un consenso global frente a la crisis ecológica.
Qué implica el reconocimiento del ecocidio
El ecocidio se define como la destrucción grave y masiva de ecosistemas. La moción insta a los Estados a incorporar este delito tanto en su legislación nacional como internacional, y a considerar su inclusión formal en la Corte Penal Internacional (CPI).
Además, se encargó a la Comisión Mundial de Derecho Ambiental de la UICN la elaboración de una guía práctica para juicios e investigaciones, incluyendo criterios de restauración de ecosistemas y protección de la geodiversidad.
Fallo histórico: animales reconocidos como sujetos de derecho

Una red global de respaldo
La moción fue copatrocinada por Vanuatu, Fiyi y Samoa, sumando apoyos de la República Democrática del Congo y organizaciones internacionales como The Wildlife Trusts, Earth Law Center, COICA, AIDESEP Perú, Fundación Hábitat y Desarrollo Argentina, LIDEMA Bolivia y Pronaturaleza Perú.
Este apoyo masivo muestra la fuerza de la cooperación internacional para consolidar la justicia ambiental.
De imperativo moral a prioridad jurídica
Jojo Mehta, cofundadora de Stop Ecocidio Internacional, destacó que esta aprobación representa un antes y un después en la justicia ambiental: “Convierte el daño ambiental masivo en un crimen punible, desincentivando decisiones empresariales y políticas destructivas”.
Este reconocimiento subraya la urgencia de aplicar responsabilidad legal frente a los crímenes ambientales más graves.
El ecocidio como crimen internacional
Si la Corte Penal Internacional acepta esta inclusión, el ecocidio se sumará a los cuatro crímenes más graves del Estatuto de Roma: genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y crímenes de agresión.
Esto abrirá un nuevo marco ético y legal para proteger la vida en la Tierra y consolidar la justicia ambiental a nivel global.
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