Terror azul en Sídney: aparece un pulpo mortal tras más de 60 años. Después de más de seis décadas sin ser visto en la zona, el molusco de anillos azules —una de las criaturas más letales del océano— fue descubierto nuevamente en el río Parramatta, en el oeste interior de Sídney.
El hallazgo generó tanto sorpresa como preocupación en la comunidad científica y entre los habitantes locales y nos recuerda que la naturaleza encuentra su camino cuando se le da una oportunidad. También es un llamado urgente a la coexistencia responsable con el mundo natural. Incluso las criaturas más peligrosas cumplen un rol fundamental en el equilibrio del planeta. Proteger el océano es protegernos a todos.
¿Dónde apareció?
Durante un estudio ambiental llevado adelante por el Consejo del Oeste Interior de Sídney, se avistó a este pulpo del tamaño de una pelota de golf en las tierras bajas, a tan solo 14 kilómetros de Bondi Beach, uno de los balnearios más icónicos de Australia. La criatura fue fotografiada en febrero, pero recién esta semana se compartió la noticia a través de redes sociales.
Se trata de un hallazgo histórico: según las autoridades, es la primera vez desde la década de 1960 que se registra su presencia en esta parte del río.
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¿Quién es el misterioso pulpo de anillos azules?
Este pulpo pertenece a un grupo de cuatro especies altamente venenosas. Su cuerpo marrón o amarillento se camufla entre las rocas marinas, pero cuando se siente amenazado, sus brillantes anillos azules se activan como una señal de advertencia.
A pesar de su aspecto fascinante, es uno de los animales más peligrosos del planeta. Su saliva contiene tetrodotoxina, una neurotoxina que puede ser 1000 veces más potente que el cianuro. Tan solo uno de estos pulpos, con apenas 25 gramos de peso, puede liberar suficiente veneno para matar a diez personas adultas. No existe antiveneno para su mordedura.
¿Qué síntomas produce su picadura?
Aunque rara vez ataca a los humanos, si se siente en peligro puede morder. Los síntomas de su picadura suelen comenzar con entumecimiento en la lengua y los labios, seguidos de parálisis muscular, dificultad respiratoria e incluso pérdida de conciencia. Si no se recibe atención médica inmediata, puede ser fatal.
Aunque pueda parecer contradictorio, los expertos explican que el regreso de esta especie a las aguas del río Parramatta puede ser una buena señal ambiental.
“El hecho de que el pulpo de anillos azules haya vuelto a esta parte del río indica que la calidad del agua está mejorando y que la biodiversidad se está recuperando”, comentó Alexei Gilchrist, coordinador del Grupo de Captación del Río Parramatta.
Este tipo de fauna solo regresa a hábitats saludables. El avistamiento es, entonces, una señal de que el río está reviviendo.
Precaución: no tocar
Las autoridades locales fueron claras: no se debe intentar tocar ni capturar a esta especie. A pesar de su tamaño reducido y apariencia llamativa, es importante recordar que su veneno puede ser letal en pocos minutos. El Consejo del Oeste Interior insiste en que cualquier encuentro con estos pulpos debe ser reportado de inmediato, pero desde una distancia segura.
El avistamiento no fue un hecho aislado. Vecinos reportaron haber visto ejemplares similares en zonas como Cabarita, Hunters Hill, Five Dock y Balmoral. También se han registrado otras sorpresas en la fauna local, como focas nadando entre Mortlake y Gladesville, apodadas cariñosamente "Silvio", y hasta caballitos de mar blancos, una especie considerada vulnerable.
Estos hallazgos coinciden con diversos proyectos de conservación y monitoreo ambiental que buscan restaurar la biodiversidad marina en las costas australianas.