Si estás o estuviste embarazada, seguramente sepas que hay muchos cuidados a tener en cuenta para llevar a término tu embarazo de una manera sana. Uno de estos es la alimentación, ya que es fundamental seguir una dieta nutritiva.

Sin embargo, puede que no sepas que existen algunos alimentos que es mejor evitar ya que representan un riesgo para tu salud y la de tu bebé. La gran mayoría son de origen animal, así que te contamos cuáles son estos alimentos y las alternativas vegetarianas por las que puedes optar:

1. Quesos mohosos

Están los quesos azules como el azul danés, el gorgonzola y el roquefort, y los quesos blancos como el queso brie, el camembert o el chèvre. Este tipo de quesos son menos ácidos y húmedos que los quesos curados duros, lo que los convierte en un medio de cultivo ideal para bacterias dañinas como la listeria.

La listeriosis es rara, pero las embarazadas son 20 veces más vulnerables que el resto de las personas. Es muy importante evitar el riesgo de contraerla pues la listeria atraviesa la placenta, llega al feto y puede provocar un aborto espontáneo, muerte fetal o enfermedades graves en el recién nacido.

Las mujeres que siguen una dieta vegana pueden seguir consumiendo las alternativas al queso a base de anarcardos que no hayan sido fermentadas o que se hayan pasteurizado.

2. Huevos

Una embarazada no puede consumir huevos crudos ni ligeramente cocidos porque pueden estar contaminados con salmonela. Aunque una infección con salmonela es muy poco probable que dañe al bebé, te puede dejar muy débil y deshidratada por culpa de la diarrea y los vómitos que pueden durar días.

Como en el caso de los quesos, las veganas no tienen ese riesgo, por lo cual pueden seguir disfrutando de las tortillas y otras preparaciones con alternativas vegetales al huevo.

3. Mariscos crudos

Las ostras y otros platos que incluyan mariscos crudos pueden intoxicarte con bacterias y virus dañinos. Si quieres disfrutar del sabor a mar puedes probar las algas, que se pueden preparar crudas en ensaladas o cocidas mediante sopas.

4. Cafeína

La cafeína se absorbe rápidamente y llega hasta la placenta y el feto, que no dispone de las enzimas necesarias para metabolizarla. Un exceso aumenta el riesgo de que el bebé nazca con poco peso, lo que implica que haya probabilidades de sufrir problemas de salud en el futuro, entre ellos diabetes y enfermedad cardiaca. Demasiada cafeína también puede causar un aborto espontáneo.

Además de en el café, la cafeína se encuentra naturalmente en otros alimentos, como el té (incluido el té verde) y el chocolate, y se agrega a algunos refrescos y bebidas energéticas. Ten en cuenta que algunos medicamentos que se venden sin receta médica para tratar los síntomas del resfriado y la gripe pueden contener dosis altas de cafeína.

Si estás acostumbrada a tomar café puedes sustituirlo por infusiones de manzanilla o hierbabuena. El sabor es muy diferente, pero el ritual y el calor te pueden reconfortar tanto o más que un café.

5. Germinados

Existe la posibilidad de que en los germinados de soja, alfalfa y otros se desarrolle la salmonela. El lavado no es suficiente para garantizar su eliminación, por lo que las embarazadas no deben consumirlos crudos. En general, durante el embarazo debes poner especial cuidado al lavar frutas y verduras.

6. Alcohol

Por supuesto, las mujeres embarazadas no deben consumir ni una gota de alcohol, ya que aumenta el riesgo de aborto y muerte fetal. Una dosis muy pequeña ya puede afectar negativamente el desarrollo cerebral y la salud del bebé.

El alcohol además puede provocar el síndrome de alcoholismo fetal, que conlleva deformidades faciales, defectos en el corazón y retraso mental.

7. Alimentos procesados

Los platos preparados que se encuentran en los supermercados pueden resultar muy cómodos, pero suelen aportar pocos nutrientes y demasiadas calorías, sal, grasa y azúcares.

Como las mujeres embarazadas tienen necesidades aumentadas de nutrientes, es especialmente importante que eviten los alimentos procesados muy calóricos y que prefieran los alimentos enteros naturales como las hortalizas, los frutos secos, las semillas, las legumbres y las frutas.

Los azúcares que se añaden a los platos preparados, la pastelería industrial o las gaseosas multiplican el riesgo de sufrir obesidad y diabetes gestacional, que puede llevar a complicaciones en el parto y aumenta el riesgo de que el niño tenga sobrepeso.

Fuentes:

Cuerpo Mente