El aceite de coco se han convertido en uno de los nuevos alimentos de moda. Pero a diferencia de otros, este rápidamente entró en la lupa del sector médico debido a las discrepancias entre los detractores y quienes lo promueven como un superalimento.

Algunas de las grandes estrellas de Hollywood se han convertido en mesías del aceite al asegurar que han bajado de peso, mejorado su apariencia y hasta terminado con desórdenes alimenticios gracias al consumo de este producto, pero, ¿realmente podemos confiar en ellas? Existe tanta polémica y la contradicción es tas grande, que incluso este se ha convertido en un tema angustiante.

Porque la otra cara de la moneda es que el aceite de coco está compuesto por agentes insalubres. Tiene un alto contenido en grasas saturadas, 86 %, a comparación de la mantequilla que tiene sólo 51 % o la manteca con un 39 %.

Esto para muchos es lo que convierte al aceite de coco en un alimento bastante peligroso. Según la BBC:

«Los motivos por los que los alimentos ricos en grasas saturadas se consideran no saludables es porque ingerirlos causa un aumento de los niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL, por su sigla en inglés), en la sangre, lo que popularmente se conoce como el "colesterol malo", asociado al bloqueo de las arterias y a un mayor riesgo de enfermedades del corazón.»

A pesar de eso, las grasas saturadas pueden incrementar el “colesterol bueno” que evita el bloqueo de las arterias. Los estudios con aceite de coco, por más que pueda sorprender, son relativamente nuevos y casi inexistentes.

Es por eso que se realizó un nuevo estudio en el que se juntó a un grupo de personas entre 50 y 75 años, libres de diabetes y enfermedades cardiacas para que realizaran un estudio sobre las consecuencias de la ingesta de aceite de coco.

Las 94 personas se dividieron en tres grupos. Uno consumió 50 gramos de aceite de coco, otro hizo lo mismo con aceite de oliva extra virgen y el último con 50 gramos de mantequilla sin sal. Esto es el equivalente a tres cucharadas soperas. Durante el experimento se esperaba que casi todos los participantes subieran de peso, pero los resultados fueron extraordinarios.

Las personas que consumieron mantequilla aumentaron un 10 % su colesterol malo, pero incrementaron un 5 % el bueno, las que consumieron aceite de oliva, redujeron muy poco el colesterol malo y aumentó 5 % el bueno, sin embargo, con el aceite de coco, sí ese que tiene 86 % de grasa saturada los efectos fueron sorprendentes. No hubo incremento de colesterol malo y el colesterol bueno incrementó en un 15 %.

La doctora Kay-Tee Khaw de la universidad de Cambridge dice que una de las teorías es que el aceite de coco es rico en ácido láurico, el cual puede tener un impacto bueno en algunos animales, pero que eso no se había visto en humanos. Sin embargo, también dice que estos son experimentos iniciales, y que es imposible poner en un pedestal o criticar negativamente al aceite de coco, por lo que sólo podemos pensar en consumirlo con moderación mientras nuevos resultados salen a la luz.

Fuente:

BBC