Quienes mantienen las carnes fuera de la dieta suelen tener un trabajo más arduo a la hora de incorporar proteínas. Sin embargo, es muy importante encontrar formas alternativas de consumir este macronutriente que nos ayuda a curar heridas, controlar los niveles de azúcar en la sangre y neutralizar las bacterias.

El amaranto es una opción que deberías considerar si estás en la búsqueda de fuentes de proteína vegetal. Aquí te contamos qué es y te presentamos algunas opciones para consumirlo.

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Cómo preparar el amaranto

¿Qué es el amaranto?

El Amaranto es un cereal que era cultivado por los pueblos precolombinos. Es una de las mayores fuentes de proteína vegetal que se conoce. Además, se ha demostrado que es beneficioso para el sistema cardiovascular.

Sus hojas pueden recolectarse a lo largo de la temporada de crecimiento, pero las semillas requieren hasta tres meses para madurar. Estas son altas en proteínas y lisina, son fáciles de digerir, tienen un alto contenido de fibra y en comparación con la mayoría de los vegetales, contienen mayor cantidad de minerales, como calcio y hierro, al igual que carotenoides

Galletas de amaranto

¿Cómo consumirlo?

  • 1. ¡Las hojas también se comen!

Las hojas del amaranto se pueden comer como si fueran espinaca. Sin embargo, a diferencia de este vegetal, las hojas de amaranto siempre deben cocinarse porque es necesario neutralizar algunos de sus compuestos para poder digerirlas sin problemas.

  • 2. Explora distintas formas de cocción

Una vez que el amaranto es cocido con agua, tiene un sabor ligeramente anuezado y una consistencia de pasta. Sin embargo, también puede asarse y añadirse en otras recetas.

  • 3. Incorpóralo a tu desayuno

Para utilizarlo como cereal en el desayuno, cocínalo hasta obtener una consistencia parecida a una pasta con una proporción de 1 1/2 tazas de líquido por media taza de semillas de amaranto. Hierve el líquido junto con el amaranto, disminuye el fuego y deja que se cocine a fuego lento hasta que se absorba el agua.

¡Ten cuidado! Si lo cocinas por demás podría volverse gomoso y solidificarse, así que debes servirlo de inmediato. Considera añadir frutos secos, canela o bayas.

  • 4. Mézclalo con otros granos

Puede ser cocinado junto con otros granos, como el arroz integral, de esta manera, no se vuelve tan pegajoso sino que le agrega un dulzor anuezado a la receta. Utiliza una proporción de 1/4 de taza de amaranto por 3/4 de taza de otro grano.

  • 5. Haz palomitas

Al igual que las semillas de maíz, el amaranto puede ser inflado o hacerse como palomitas. Debes evitar la acumulación de vapor y utilizar un sartén para freír, por lo que no se debe colocar una tapa. Intenta utilizar una olla alta para evitar que salten demasiadas semillas.

¿Qué otras recetas con amaranto conoces? ¡Compártelas en los comentarios!

Fuentes:

Consumidores Orgánicos

Ecocosas