Usualmente se dice que pisar caca de perro es buena suerte. Se cree que esa superstición viene de Francia y se ha reproducido en muchos países del mundo. Pero la verdad es que, a diferencia de esa creencia popular, los excrementos de perro en las calles de las ciudades no trae más que problemas.

No es solo la suciedad de las calles, y el malhumor que puede generarnos andar todo el día con unos zapatos que apestan. Sobre todo, el dejar la caca de perro en las calles conlleva problemas ambientales, higiénicos y de salud que afectan a todos.

Por eso en la Ciudad de Buenos Aires lanzaron una original campaña. “Suerte es no pisarla” es el lema con el cual desde el gobierno de esa ciudad buscan incentivar a la gente a levantar la caca de perro.

Falta de consciencia

Además de ensuciar las calles, la caca de perro contamina el aire, el agua y trae enfermedades para humanos y animales. Y según la última encuesta de Aresco de 2018, sobre la higiene de la Ciudad de Buenos Aires, es una de las mayores preocupaciones de los vecinos. Esta situación suele repetirse en las grandes urbes del mundo, y es un verdadero problema para todos.

A pesar del malestar que genera esta situación, son pocos los dueños de los perros que cumplen con la responsabilidad de levantar la caca de su mascota y son muchos los perros que habitan en la ciudad de Buenos Aires (430.000 aproximadamente). Por eso es importante revertir este comportamiento, porque si nadie se hace cargo de lo que su perro ensucia, el impacto negativo podría llegar a ser inmenso.

Medidas implementadas en la ciudad de Buenos Aires

Desde 2014, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realiza campañas de concientización y educación para los vecinos con el fin contribuir a la buena convivencia de las mascotas y sus dueños en el espacio público.

Además, se incorporaron expendedoras con bolsitas para que todos puedan disponer la caca en los cestos más cercanos, en los caniles que se instalaron en los parques y plazas de la ciudad para que los perros puedan estar sueltos y jugar al aire libre.

Suerte es no pisarla

La campaña de concientización alcanzó a más de 35.000 personas e incluyó intervenciones en parques y esquinas de alto tránsito de todas las comunas, entrega de material educativo con información sobre la importancia de recoger las heces de los perros, reparto de huesos con bolsitas y stencils en las veredas de casi todas las comunas, para fomentar el hábito y explicar la importancia de mantener la ciudad limpia.

Tener una mascota es un acto de responsabilidad y requiere de mucho cuidado. Darle de comer y asegurarse de que siempre tenga un pote con agua fresca, jugar con ellos, ponerles chapita identificatoria, castrarlos y llevarlos al veterinario son hábitos que ya están internalizados en la mayoría de los dueños. Levantar la caca es una tarea más que los vecinos deberían incorporar, por la salud de todos y por la limpieza de la Ciudad.