Conforme ha ido pasando el tiempo, el plástico se ha convertido en algo de uso diario, pero, aunque hoy parezca imposible, a mitad del siglo pasado, aunque ya existía, las personas apenas hacían uso de él. Hoy te diremos cómo hacían tus abuelos para vivir sin plástico, y cuáles son los beneficios de volver a estos hábitos.

Hoy en día, el plástico es un gran problema para el ambiente. Los desechos de este material generalmente terminan en el océano y esto se ha convertido en una problemática a la que se le tiene que conseguir una solución inmediata. Todo esto antes de que lleve a algo peor.

A pesar de que en la actualidad la creatividad se encuentra apoyada por la tecnología, y de que una de las mejores soluciones sea hacer uso de alternativas; todavía no se consigue logra hacer el cambio. Esto ha lleva a que algunos se pregunten si tal vez la solución sea volver a las costumbres más viejas, y eliminar el uso del plástico de una vez.

¿Qué se utilizaba en lugar del plástico?

A pesar de que el plástico lleva tiempo existiendo, su uso masivo es algo relativamente nuevo; en el pasado se utilizaba de forma muy rara. Alrededor de los años 50, se empleaban botellas y recipientes de vidrio, de igual forma bolsas de tela y papel. Y en algunos casos latas, todo esto dependiendo del producto que se manejara.

botellas leche

En el caso de los alimentos de temporada, las tiendas utilizaban bolsas de papel o tela, e incluso de recipientes de vidrio. Mientras que para los alimentos fuera de temporada se empleaban latas. Las bebidas se vendían en frascos o botellas de vidrio, estos se devolvían y la persona que realizaba la devolución recibía dinero gracias a esta.

Era muy común la utilización de papel normal, anti grasa o en bolsas, en lugares como carnicerías y tiendas de dulces. De igual forma, cuando se compraba ropa, esta no venía en bolsas de plástico, sino de papel y en cajas. En cuanto a los productos de belleza, estos venían en latas, y al igual que las bebidas, eran recargables. Todo muy distinto a lo que hoy vivimos.

¿La solución está en el pasado?

Como ya habrás notado, gran parte de los empaques donde las tiendas vendían sus productos, eran recargables o reutilizables. Por ejemplo, en el caso del papel, este se volvía a utilizar en las chimeneas o para calentar el agua. Y en cuanto a las bolsas de tela, estas se volvían a utilizar con cada compra. Las latas, al no ser biodegradables, se llevaban a un lugar determinado para ser aplastadas y reutilizadas.

Como te habrás dado cuenta, anteriormente no sólo se hacía uso de otros materiales diferentes al plástico, sino que también existían distintas formas de no generar basura. Productos como el vidrio, papel, cartón, tela y latas venían preparados para más de un uso.

Lo que nos deja el hecho de que no es únicamente necesario encontrarle una alternativa a la utilización del plástico. Sino que también es importante buscar formas de reciclaje y reutilización.

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