El hombre se ha ido alejando cada vez más de la naturaleza. Esto ha provocado que las personas sean menos conscientes del impacto que tenemos como seres humanos sobre esta y que valoremos mucho menos los recursos naturales. Así que resulta una idea maravillosa que la educación guie a los niños hacia una consciencia ecológica, a través de la práctica de la agricultura.

Esta idea simple y maravillosa que puede llegar a cambiar el mundo se les ocurrió a Gabriele Capobianco, Edoardo Capuzzo Dolcetta, Jonathan Lazar y Davide Troiani, quienes diseñaron una escuela completamente diferente donde la prioridad es enseñar a los niños a sembrar y cosechar todo tipo de plantas comestibles.

El diseño de estos creadores incluye formas creativas de acercar a los niños a la naturaleza, a través de la agricultura urbana; por lo que no es solo una propuesta de diseño sino también de enfoque educativo. Y este fue el diseño que se llevó el primer lugar en el Concurso internacional de Ideas de AWR con “Nursery Fields Forever”.

El Enfoque de esta Metodología

El objetivo principal de la aplicación de este enfoque educativo es guiar a los niños a una valoración verdadera de la naturaleza, el reconocimiento de su importancia y la puesta en práctica de habilidades concretas que los ayudarán a ser más independientes.

En esencia, tres son los aprendizajes que persigue este enfoque educativo:

1. Aprender de la Naturaleza

2. Aprender de la Técnica

3. Aprender de la Práctica

En esta metodología, no se limitan a la enseñanza de teorías acerca de la ecología, sino que se ponen en práctica habilidades reales para favorecer a la naturaleza desde un entorno propio. En coherencia con esta visión, en la escuela que han diseñado no hay aulas; sino espacios donde crecen las verduras y los niños tienen un contacto directo con la naturaleza.

En esta escuela, se han ideado una gran cantidad de edificios y en todos se realizan actividades agrícolas con los niños.

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Trascendencia de la Enseñanza de la Agricultura en los Niños

Gracias a la implementación de este tipo de estrategias de enseñanza, es realmente posible lograr que los más pequeños tengan más contacto con el medio ambiente y valoren los productos que nos ofrece. Tan sólo esto, permitirá que los niños tengan una mayor consciencia ecológica.

Además, al saber cómo cultivar sus alimentos y aplicarlo, es posible generar un beneficio económico y también ecológico real. Así mismo, este tipo de iniciativas pueden ayudar a los estudiantes en el desarrollo de diversas aptitudes y actitudes:

- Mejorar la autoestima, pues se siente capaz y valorado.

- Fomenta la independencia, ya que le permite comprender que tiene la capacidad de hacerse cargo de sí mismo.

- Empatía con los animales, debido a que también tendrán contacto con estos.

- Aprender a trabajar en equipo, pues se cultiva en conjunto con otros estudiantes. Esto implica el desarrollo de habilidades sociales.

- Promueve formas de vida mucho más saludables, al valorar los productos que han cosechado.

¡Bien valdría la pena tener una escuela así en cada ciudad! ¿No crees?