El mundo ha lanzado un mensaje: Japón se prepara para verter agua radiactiva de Fukushima en el océano Pacífico. Debido al terremoto de 2011, gran cantidad de sustancias radiactivas se liberaron al mar.

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El mayor desastre nuclear desde Chernobyl

Durante el año 1986 hubo una tremenda explosión en la planta nuclear de Chernobyl, en ese entonces territorio de la antigua URSS. Veinticinco años después, en 2011, sucedió otro terrible accidente en una planta nuclear.

La instalación nuclear de Fukushima fue azotada por un terremoto en 2011. Luego, un gran tsunami la golpeó. Se trató de un evento sísmico de magnitud 9,0, el cual ha dejado muchos daños colaterales.

Es así como en 2021 Japón planea lanzar agua radiactiva tratada de Fukushima al océano Pacífico. Se trata de líquido que recibió la contaminación directa en el movimiento telúrico y posterior tsunami en el 2011.

La realidad de Fukushima es que ahora la planta nuclear está desactivada. No obstante, uno de los problemas es la gran cantidad de líquido con radiación que se ha convertido en un desecho complicado de manejar.

El actual problema y el debate político

Actualmente, el agua contaminada está en unos enormes contenedores. En dado caso, generan un coste enorme. Igualmente, ocupan gran cantidad de espacio y requieren de mucha inversión para su mantenimiento.

Por lo antes dicho, el gobierno japonés se ha planteado lanzar esa agua al mar. No obstante, gran cantidad de grupos defensores del ambiente lanzan sus quejas. Por ejemplo, las sociedades de pescadores japoneses.

Se asevera que semejante acción resultará dañina para los productos del mar. Por lo tanto, la actividad pesquera se verá muy afectada. También, que no se saben los riesgos de esta contaminación radiactiva.

El gobierno japonés argumenta que, tarde o temprano, esas cantidades de agua contaminada se deberán lanzas al océano. Por lo tanto, no tienen sentido seguir postergando esta acción que ya ha demorado mucho.

Lo ideal es tratar el líquido contaminado con radiación

De hecho, la idea es minimizar su contenido radiactivo. Esto se hace con tecnologías que lo permiten, pero que son costosas. Justamente, esto es lo que el gobierno nipón anuncia que no puede asumir.

El coste de eliminar la contaminación y radiación de estas aguas no solo es caro, sino que tardaría un tiempo indeterminado. Igualmente, la realidad es que el contenido radiactivo no se puede deshacer por completo.

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¿Qué puede suceder en este caso? Se trata de un problema que a todos preocupa. A fin de cuentas, lanzar material con trazas radiactivas es un indudable peligro para el ecosistema del océano Pacífico.

Fuente:

UNILAD