DW: ¿Qué podemos esperar en el futuro con respecto al impacto humanitario propiciado por el cambio climático?

Jennifer Morgan: Muchas de las crisis o problemas humanitarios se exacerbarán y multiplicarán por el cambio climático. Por ejemplo, en lugares donde hay sequías, serán más largas y podrían extenderse a más países. Entonces, desde una perspectiva humanitaria, se está viendo cómo apoyar realmente a estas personas.

Si se piensa en conflictos que tienen lugar por el agua, el cambio climático no es la causa principal del conflicto. Hay tormentas cada vez más intensas y más personas desplazadas. Hay mucho trabajo sobre el impacto del cambio climático en la salud.

Lo que es muy injusto es que está muy claro que son las personas más vulnerables de todo el mundo las más afectadas por las crisis humanitarias y las más afectadas por el cambio climático.

En su opinión, ¿cómo se debería abordar la injusticia ambiental?

Hay mucho trabajo realizado por la Universidad de Oxford y la Unión de Científicos Preocupados sobre empresas globales muy importantes y cómo estas han contribuido al aumento de la temperatura. Entonces, creo que lo que podría suceder es que esas compañías deberían pagar por los daños que están causando a las comunidades locales.

En cuanto a la parte gubernamental, en las negociaciones sobre cambio climático, los países desarrollados deben estar preparados para apoyar a los países pobres a lograr el cambio hacia las energías renovables y frenar así la deforestación.

¿Qué tipo de reparaciones se podría imaginar?

Hay diferentes niveles dentro del Acuerdo de París. Existe un mecanismo de pérdida y daño que está ahí para apoyar a los países más pobres. El norte (países del norte) preferiría no pagar por el daño ya existente, sino pagar para evitar el daño en el futuro: es decir, más infraestructura.

Lo que espero en los próximos años es un litigio. Creo que los países más pobres y vulnerables del mundo denunciarán eventualmente ante las cortes de derechos humanos y de justicia para intentar obtener financiación.

¿Cree que existe la posibilidad de abordar las desigualdades y los problemas de derechos humanos mientras se afronta el cambio climático?

Creo que existe una gran oportunidad para ello. Creo que todos vemos que la causa, anteponer los beneficios de las empresas a las personas, el cortoplacismo, el papel de esas compañías a la hora de tomar decisiones en el Gobierno. Creo que todo eso nos une.

Y el hecho de que podemos abordar muchos de estos asuntos juntos, creo que es la manera de seguir adelante. Si se fija en cómo las empresas están dirigidas en todo e mundo tan bien como parte del asunto. Hay muy poca gobernanza empresarial.

¿Qué papel cree usted que desempeña el cambio climático a la hora de crear división política?

Creo que si se mira hacia el futuro, aumentarán las temperaturas, habrá más conflictos, más refugiados y menor estabilidad. Y ahora estoy pensando en esas situaciones que se usan para cerrar fronteras, del tipo: "Protege lo tuyo”. Creo que necesitamos un modelo internacional de cooperación más humano, que considere a la gente que está huyendo, en parte, de un (cambio climático) que procede de los países más ricos. Tenemos que encontrar caminos que nos conecten en lugar de dividirnos.

Una persona sostiene un cartel de Greta en una huelga por el clima

Acabamos de ver un movimiento global de activismo climático. ¿Qué tan diferente es a lo que ha visto anteriormente y hacia dónde cree que se dirige?

Es increíblemente importante y de una naturaleza diferente a lo que hemos visto hasta ahora, porque está impulsado por la juventud. Si nos fijamos en la equidad intergeneracional y la justicia, se están dando cuenta de la falta de responsabilidad que han demostrado las generaciones anteriores. Simplemente van a seguir adelante. Creo que no son los responsables de arreglarlo [el cambio climático].

Lo que todos debemos hacer es asegurarnos de que esto se haga hacia una dirección en la que podamos apreciar las diferencias, ya sea en política gubernamental, identificación de compañías que necesitan cambiar, pero [el activismo] es diferente de lo que ha sido en el pasado.

*Jennifer Morgan es la directora internacional de Greenpeace desde 2016.

Fuente:

DW