Las colillas de cigarrillo son un problema mundial y en la Ciudad de Buenos Aires no son una excepción. Se estima que por año miles de millones de colillas terminan en el suelo y en el agua de nuestros ríos y océanos.

En el mundo, se desechan aproximadamente 4,5 trillones de colillas por año. La gran mayoría están hechas de acetato de celulosa, un material derivado del petróleo que puede tardar hasta 25 años en degradarse y una vez que se desintegran, se convierten en micropartículas plásticas que se esparcen rápidamente en el agua y en el suelo, contaminándolos y matando a miles de animales como tortugas y peces que las confunden con alimentos.

Una colilla de cigarrillo tirada en un suelo de piedras
Fuente: GCBA

Las colillas son receptoras de las sustancias tóxicas del cigarrillo como la nicotina, el alquitrán, el arsénico, el plomo y el cadmio, un montón de químicos indisolubles, que, al entrar en contacto con el agua, se diseminan, y la contaminan durante años. Y se sabe que tan solo una sola colilla puede llegar a contaminar hasta 50 litros de agua.

Para la ciudad también son un problema y, junto con las bolsas plásticas y los sorbetes, son uno de los principales residuos que causan la obstrucción de los pluviales. Las colillas que se arrojan en la vereda con las lluvias son arrastradas hacia los sumideros y luego a los desagües pluviales. Es así como se produce la obstrucción de ellos y se pueden producir anegamientos cuando hay tormentas.

Un estudio realizado en la Ciudad de Buenos Aires, indicó que el 84% de los fumadores disponen las colillas de forma incorrecta, es decir que las tiran en la vereda o alcantarilla. De aquellos que respondieron que sabían que esta acción era perjudicial para el ambiente, más de la mitad justificó este hábito aludiendo incomodidad o temor a tirar la colilla en el cesto y provocar un incendio.

Colillas de cigarrillos tiradas en el suelo
Fuente: GCBA

Por eso, es importante que sepas que cuando caminás por la calle, podés tirar la colilla del cigarrillo en los cestos papeleros grises que están en las veredas, plazas y parques de toda la Ciudad. Están pensados especialmente para que los fumadores puedan tirar las colillas sin contaminar y sin ensuciar la Ciudad. Algunos tienen una pequeña chapa en el borde y otros tienen ranuras donde podés apagar tu cigarrillo y tirarlo adentro sin problemas.

Con este pequeño cambio de hábito, mantenés limpia la Ciudad y cuidás el ambiente.

Fuente:

GCBA