Después de tener 800 crías y contribuir con la salvación de su especie en las islas Galápagos, la tortuga centenaria Diego, dejará el archipiélago ecuatoriano y volverá en marzo a su hábitat original, isla Española, de donde fue extraído hace más de 80 años.

Su retorno -planeado para marzo próximo- es la conclusión del programa de reproducción en cautiverio de esta especie, una vez que se ha evidenciado la recuperación de las condiciones del hábitat y de la población de tortugas en Española.

Según estudios científicos, la isla Española reúne “condiciones suficientes para mantener a la población de tortugas, que seguirá creciendo normalmente aún sin ninguna nueva repatriación de juveniles”, según Washington Tapia, director de la Iniciativa para la Restauración de Tortugas Gigantes.

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El director del Parque Nacional Galápagos, Jorge Carrión, explicó que, actualmente, el archipiélago tiene solo el 15% del número inicial de tortugas -estimado en 400.000 individuos- de quince especies originales.

Carrión recordó que, antiguamente, el archipiélago era un refugio para piratas y balleneros que se abastecían de alimento en el sitio y se llevaban en sus barcos a las tortugas gigantes que podían “sobrevivir hasta un año, o incluso más, sin comer ni beber”.

Con el paso de los años, lograron llevar al centro de reproducción en la isla Santa Cruz a catorce tortugas y repatriar a Diego de un zoológico en San Diego, hasta donde fue llevada en los años treinta. Y los quince han logrado salvar a la especie.

Mucho antes de que se crease el Parque Nacional Galápagos en 1959, varios animales de esta especie se sacaron de ese archipiélago con fines científicos, entre ellos, Diego.

Al momento, Diego está en “buen estado de salud”, asegura Carrión, al destacar el apoyo de esa tortuga para restaurar la población en Española. Sin fecha fija aún para la liberación prevista para marzo, Diego está ahora en cuarentena para su retorno a Española.

Con el retorno de Diego a su hábitat concluye el programa de reproducción en cautiverio de Española y ahora será la naturaleza la que guíe a esas tortugas en Galápagos, situado a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas, un laboratorio natural de especies, conocido también como las islas Encantadas.

Fuentes

Agencia EFE