* Por Ornela Garelli, especialista en consumo responsable y cambio climático en Greenpeace México.

En medio de la crisis ambiental que atraviesa nuestro planeta, es un buen momento para reflexionar y crear conciencia sobre la importancia de reducir el uso de este artículo desechable. Es necesario porque los popotes pueden tardar hasta cerca de 100 años en degradarse y están contaminando los ecosistemas, particularmente los océanos.

Es justo en el medio marino donde mayor evidencia se ha encontrado de cómo estos artículos tan comunes para nosotros están ocasionando enormes daños a las especies marinas, especialmente a las tortugas. ¿Quién no ha visto aquel video de una tortuga marina fuertemente lastimada por un popote incrustado en su nariz?

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plásticos sorbetes

Desde hace varios años son muchas las campañas que buscan contribuir a esta concientización, tanto de la sociedad civil como de numerosos restaurantes y bares que se han sumado pidiendo a los clientes solicitar sus bebidas sin popote. Además de esto, cada vez son más los estados de nuestro país que han pasado alguna legislación que prohíbe el uso de popotes (al menos 25 estados) y otros productos plásticos de un solo uso como bolsas y artículos de unicel (29 estados de 32). Esto ha llevado a que cada vez más personas decidan sumarse y pedir sus bebidas sin popotes, pero aún persisten muchas otras ajenas al problema o que siguen cuestionando el impacto que puede tener un simple popote en el medio ambiente.

¿Eres de quienes creen que un popote no causa mayor daño ambiental? ¿Habías escuchado del tema pero quieres saber más? ¿No eras consciente de esta problemática pero ahora que lo lees te interesa sumarte? Aquí algunos comentarios que pueden serte útiles.

Aunque los popotes representan una pequeña fracción de todos los residuos que generamos en las ciudades, es importante reducir su uso siempre que podamos. Lo anterior porque debemos dejar atrás la cultura del usar y tirar, no tiene sentido usar artículos diseñados para usarse por tan poco tiempo y después desecharse, que tardan años en degradarse y que llegan a la naturaleza.

Realmente no cuesta nada tomar directamente del vaso o usar un popote reutilizable, como aquellos de acero inoxidable, que no generan residuos. Déjemos los popotes solo para las personas que por su condición médica verdaderamente los requieran.

Sí, los popotes no constituyen la mayor parte de la basura marina, sí que contaminan y el no utilizarlos se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la contaminación plástica, por ser un artículo ampliamente utilizado, conocido por las personas, y fácilmente sustituible por opciones más ecológicas.

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reserva marina
Gentileza: Ríos del planeta

Pero no se trata solo del popote, detrás de las campañas para evitarlo lo que debe leerse es el mensaje de la importancia de evitar todo lo desechable y de transitar hacia estilos de vida y formas de consumo y distribución de productos basados en la reutilización, es decir, en productos diseñados para reusarse, como los popotes reutilizables de diversos materiales (acero, aluminio, madera, etc.).

Los popotes biodegradables o compostables no son la solución, porque siguen generando residuos. Para biodegradarse, los popotes de este tipo requieren de condiciones que muchas veces no existen en el medio marino, ni en el relleno sanitario, ni en las calles de una ciudad. Por tanto, si no son gestionados adecuadamente igual van a terminar generando contaminación. El mejor residuo es el que no se genera.

Todos los puntos anteriores aplican no solo para los popotes, sino también para todos los demás plásticos de un solo uso, el problema también lo son las bolsas, el unicel, la botella de PET del refresco, los empaques de alimentos que encontramos en el súper, el vasito del esquite, etc. Por tanto, evitemos los desechables y optemos por artículos que podamos reutilizar por muchos años, evitando así generar basura.