El problema de los microplásticos ha recibido mucha atención en los últimos años. Se trata de una grave amenaza para el ambiente que ignoramos durante mucho tiempo, ya que puede llegar a ser imperceptible según qué tan pequeñas sean las partículas.

Un nuevo estudio publicado en la revista científica Science Advances, reveló que ningún lugar del mundo está a salvo. Un grupo de científicos liderados por Melanie Bergmann, investigadora del Instituto Alfred-Wegener en Bremerhaven, Alemania, halló muestras de microplásticos en la nieve del Ártico, algo que nunca antes había sucedido.

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Los expertos tomaron muestras de nieve en el Ártico, el norte de Alemania, los Alpes de Suiza y Baviera, y la isla de Heligoland, en el mar Norte, para determinar la concentración promedio de estas partículas. Así comprobaron que el microplástico puede viajar miles de kilómetros e incluso atravesar continentes enteros para asentarse en el suelo o ser atrapado por la lluvia.

La mayoría de los fragmentos tiene un tamaño menor a 5 milímetros, y puede mezclarse en el ambiente de la misma manera que el polvo, el polen y las partículas que expulsan los tubos de escape de autos.

Si bien los científicos esperaban encontrar microplásticos en la nieve, quedaron sorprendidos con las concentraciones. Los valores más altos fueron registrados en los Alpes de Baviera, de donde obtuvieron una muestra con más de 150.000 partículas por litro.

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Por el contrario, el Ártico fue la región con menores concentraciones promedio. Aun así, la tercera muestra individual con mayor cantidad de microplásticos fue hallada en un témpano de hielo en el estrecho de Fram, al oriente de Groenlandia, dentro del Círculo Polar Ártico.

Los expertos creen que las concentraciones halladas fueron altas debido a los métodos utilizados, que permiten registrar partículas de hasta 11 micrómetros o 0,011 milímteros.

Una ola de calor se está apoderando del Ártico, derritiendo la capa de hielo de Groenlandia

En vista de los hallazgos, Martin Wagner, biólogo de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, considera que “subestimamos bastante los niveles actuales de microplásticos en el medio ambiente”.

Según explica, la nieve puede ser un reservorio importante de estas partículas, que luego quedan sueltas cuando se derrite, un fenómeno que hasta ahora no había sido estudiado.

Todavía no se comprende por completo qué efectos tienen los microplásticos sobre el ecosistema o el organismo humano, y Bergmann afirma que necesitamos saberlo cuanto antes.

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Fuente:

Infobae