El Gobierno de Hong Kong enfrentaba este miércoles (19.01.022) una ola de indignación por la decisión de sacrificar a pequeños animales de compañía, tras detectar casos positivos de COVID-19 en hámsteres de una tienda de la ciudad.
Cerca de 2.000 hámsteres y otros mamíferos pequeños, como chinchillas, conejos y conejillos de India, van a ser sacrificados por "precaución", anunció el martes del Gobierno, que también prohibió la importación de animales.
El Gobierno ordenó la medida tras detectar casos de COVID-19 en una tienda de la ciudad.
El martes en la tarde, varios funcionarios vestidos con trajes de protección salieron de la tienda afectada con bolsas rojas y una etiqueta de advertencia de "peligro biológico".
Defensores de los animales levantan la voz
Los defensores de los animales no tardaron en replicar y lanzaron una petición Change.org que en menos de un día sumó 23.000 firmas. La Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (SPCA) denunció la decisión del Gobierno.
"La SPCA está conmocionada y preocupada por el reciente anuncio sobre el tratamiento de más de 2.000 animales", declaró la organización en un mensaje enviado a la AFP.
"Exhortamos a los propietarios de animales a no entrar en pánico y no abandonar a sus animales", añadió.
Un grupo de Facebook de defensores de los hámsteres declaró que recibió más de 20 peticiones de información de dueños que buscaban saber si tenían que renunciar a sus animales.
La ordenanza aconseja a quienes compraron un animal después del 22 de diciembre a sacrificarlo. Los hámsteres que dieron positivo al COVID-19 probablemente fueron importados de los Países Bajos, según las autoridades.
Sin evidencia de transmisión
"A nivel internacional, no hay evidencia de que las mascotas transmitan el coronavirus a los humanos, pero (...) tomaremos medidas de precaución contra cualquier vector de transmisión", explicó Sophia Chan, la secretaria de Salud en una conferencia de prensa.
Hong Kong mantiene una estrategia "cero covid" que se basa en restricciones draconianas para la entrada en su territorio, el seguimiento y la puesta en marcha de pruebas masivas para detectar casos.
Esta estrategia permitió mantener un nivel muy bajo de contagios, pero dejó a este centro financiero aislado en gran medida del resto del mundo.
"Nadie me quitará a mi hámster para sacrificarlo", declaró el miércoles el medio local The Standard una mujer no identificada que compró su animal el 1º de enero.
La dueña de la mascota cuestionó la decisión del Gobierno y recordó que varias decenas de altos funcionarios fueron puestos en cuarentena a principios de enero por haber participado en un cumpleaños en el cual dos personas dieron positivo al COVID-19.
"Si todas las personas que asistieron a la fiesta de cumpleaños son abatidas, entonces le entregaré mi hámster al gobierno", afirmó la mujer, preguntándose si entonces también se va a matar a los contagiados por el coronavirus y a sus familiares.
Las redes sociales retomaron el debate y la oposición se preguntó si perros y gatos dan positivo también van a ser afectados por la medida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), interrogada sobre el tema de los hámsteres, declaró que algunas especies de animales pueden ser infectados por el covid y transmitirlo a los humanos.
"El riesgo es bajo, pero lo estamos observando en permanencia", declaró Maria Van Kerkhove de la OMS.