Desde hace varios años se conoce el daño que el glifosato le hace a los humanos, pero recientemente se empezó a estudiar el daño que produce en los pequeños animales. Los resultados no son alentadores; puede matar a las abejas lentamente. Esto afecta, como ya sabemos, a todos los seres vivos, que necesitamos de las abejas para la polinización.

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¿Qué es el glifosato?

Es un herbicida cuyas consecuencias para el organismo no son un secreto, su actividad herbicida fue descubierta en 1970 por John E. Franz, trabajando en Monsanto.​ Por su hallazgo, Franz recibió la National Medal of Technology en 1987.

Más recientemente, ha sido clasificado por la Organización Mundial de la Salud como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”.

(Fuente: Unsplash)

¿Qué le hace el glifosato a las abejas?

El aumento de la mortalidad de las colonias de abejas se ha atribuido a varios factores, pero no se comprende por completo. De acuerdo a Monsanto, los creadores del glifosato, se espera que el herbicida sea inofensivo para los animales, incluidas las abejas, porque se dirige a una enzima que solo se encuentra en plantas y microorganismos. Recientemente, los estudios han dado pistas de lo opuesto.

Estudio

Una investigación publicada este mes en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences planteó que las abejas dependen de una microbiota intestinal especializada que beneficia el crecimiento y proporciona defensa contra los patógenos. La mayoría de las bacterias del intestino de la abeja contienen la enzima objetivo del glifosato, pero varían en cuanto a si poseen versiones susceptibles y, en consecuencia, en tolerancia al glifosato.

Conclusiones y expectativas

La exposición de las abejas al glifosato altera el intestino y aumenta la susceptibilidad a la infección por agentes patógenos.

Comprender cómo el glifosato afecta a los simbiontes del intestino de la abeja y la salud de las abejas ayudará a elucidar un posible papel de este químico en el declive de la colonia.

La utilización extendida de un producto que hace daño a las abejas es un drama para la humanidad, puesto que ellas son fundamentales para la vida en el planeta. El descenso de su población viene preocupando a los científicos, quienes advierten que las consecuencias pronto serán irreversibles si no se toman cartas en el asunto.

Fuentes:

Proceedings of the National Academy of Sciences