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* Por Todos Somos Reciclaje

Los procesos de reciclaje permiten aprovechar los residuos como recursos para utilizarlos de nuevo en el ciclo y fabricar así nuevos productos manteniendo su valor tanto como posible. Esto tiene numerosos beneficios tanto ambientales, como sociales y económicos; como la reducción de los residuos que van a parar a vertedero, reducción de la necesidad de nuevos recursos vírgenes, ahorro agua, ahorro de energía, reducción la emisión de gases de efecto invernadero, generación de empleo verde, etc.

Si nos fijamos en la conocida “Regla de las 3 erres”, reducir, reutilizar y reciclar, y que representa el orden lógico más adecuado de medidas a seguir. El reciclaje es la última R (y no por ello menos importante), por lo que hay más medidas que se pueden adoptar previas a ese paso. Como son, por ejemplo, reducir y reutilizar.

Ahora bien, no se trata de escoger entre reducir o reutilizar o reciclar, sino de reducir y reutilizar y reciclar. Es un conjunto que ha de funcionar a la vez donde todos los tratamientos son importantes, partiendo de la base de que el mejor residuo es el que no se genera, por lo que lo primero a tener en cuenta es la reducción de residuos para tratar de producir la menor cantidad, porque mientras menos residuos se produzcan, de menos habrá que ocuparse y por tanto, menos costes ambientales, sociales y económicos supondrán.

Lo cierto es que, las actividades humanas generan residuos y por más que tratemos de reducirlos, se terminarán generando residuos en mayor o menor medida, los cuales hay que reutilizar en la medida de lo posible y, los que no se hayan podido evitar generar ni reutilizar, es necesario recuperarlos para aprovechar los materiales, y es cuando entra en juego el reciclaje.

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Las tres R: Reducir, reutilizar y reciclar

¿Conoces el refrán “Es mejor prevenir que curar”?

Pues trasladado a este tema, la reducción de residuos equivaldría a medidas preventivas, aplicadas para evitar generar residuos, mientras que el reciclaje, son medidas correctivas, aplicadas a residuos ya generados. Hay que tener en cuenta que los procesos de reciclaje también generan impactos ambientales porque se necesita energía, agua, transportar residuos y materiales… Pero a pesar de esto, el reciclaje es una opción de tratamiento más favorable que la incineración, depósito en vertedero o peor aún, el vertido de los residuos en los ecosistemas.

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¿Y cuánto se está reciclando en el mundo?

Para que te hagas una idea de la cantidad de residuos que se están reciclando en diferentes lugares y cuánto queda todavía por hacer. En la Unión Europea se está reciclando de media un 48% de los residuos municipales, por lo que todavía queda bastante por avanzar, y eso es un porcentaje medio, luego si nos vamos centrando en los diferentes países miembros de la unión, los porcentajes de reciclado van variando de unos a otros. Por otro lado, en América Latina y el Caribe, de media solamente el 10% de los residuos municipales terminan recibiendo algún tipo de aprovechamiento como el reciclaje, quedando todavía un 90% que no se aprovechan y terminan en vertederos a cielo abierto, basurales, y también muchos de ellos en la naturaleza. En consecuencia, hay que seguir redoblando los esfuerzos para reciclar más y para reciclar mejor, pero sin olvidarnos de que el mejor residuo es el que no se genera.

Tanto la ciudadanía, como las administraciones y las empresas, tenemos parte de responsabilidad y cada uno tenemos que actuar en nuestro ámbito para poder avanzar paso a paso y olvidarnos de excusas.

Para finalizar, y a modo de resumen. Se trata de reducir la generación de residuos todo lo posible, y los que finalmente se terminen produciendo, aprovecharlos como recursos mediante su reciclaje para incorporarlos de nuevo al ciclo el mayor tiempo posible, contribuyendo a una economía circular que permita reducir la contaminación, la generación de residuos y alcanzar un desarrollo sostenible que consiga satisfacer las necesidades presentes sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.