Tortuga centenaria da a luz y renueva la esperanza: un hecho sin precedentes sacudió al mundo de la conservación animal al tratarse de un nacimiento por primera vez a los casi 100 años.

La anciana de caparazón de las Islas Galápagos vive en el Zoológico de Filadelfia, el cual celebró la llegada de cuatro crías de una especie en peligro crítico de extinción, un evento que no solo marcó un hito para la institución, sino que representó un rayo de esperanza para la supervivencia de uno de los reptiles más emblemáticos del planeta.

La estrella de este relato es Mommy, una tortuga perteneciente a la subespecie Chelonoidis niger porteri, nativa de la zona occidental de la isla Santa Cruz, en el archipiélago de Galápagos. Fue recibida en el Zoológico de Filadelfia en 1932 y, desde entonces, se convirtió en una de las residentes más queridas y longevas del lugar. El pasado 23 de abril, justo al cumplirse 93 años de su llegada, Mommy presentó al público a sus cuatro crías, nacidas tras un desafiante y exitoso proceso de incubación.



Junto a Abrazzo, un macho de la misma especie llevado en 2020 desde el Riverbanks Zoo de Carolina del Sur por consejo del programa de cría del Species Survival Plan (SSP), Mommy puso 16 huevos en noviembre de 2024. Aunque solo cuatro lograron salir del cascarón, el nacimiento es considerado un real triunfo científico: es la primera vez que el Zoológico de Filadelfia logra la reproducción de esta especie en más de 150 años de historia.

El nacimiento representa una nueva línea genética para una especie críticamente amenazada
El nacimiento representa una nueva línea genética para una especie críticamente amenazada

La explicación científica del fenómeno

El proceso de incubación fue llevado a cabo con extremo cuidado: los huevos fueron colocados en incubadoras artificiales con diferentes temperaturas, ya que, en esta especie, el sexo de las crías depende directamente del calor durante el desarrollo embrionario. Por encima de los 29,5 °C se favorece el nacimiento de hembras; por debajo, de machos. Las cuatro crías que nacieron fueron todas hembras, cada una con un peso de entre 70 y 80 gramos, aproximadamente lo mismo que un huevo de gallina.


Actualmente, las pequeñas tortugas se encuentran bajo cuidado especial en la Casa de Reptiles y Anfibios del zoológico, donde se monitorea su alimentación, crecimiento y adaptación. Está previsto que permanezcan allí durante al menos cinco años antes de ser reubicadas en otras instituciones acreditadas por la AZA, que coordina los esfuerzos de conservación en EE.UU.

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Cuatro nuevas crías llegaron al mundo gracias a un cuidadoso proceso de incubación artificial FOTOGRAFÍA: PHILADELPHIA ZOO Instagram
Cuatro nuevas crías llegaron al mundo gracias a un cuidadoso proceso de incubación artificial FOTOGRAFÍA: PHILADELPHIA ZOO Instagram

Un rayo de esperanza para una especie al borde del abismo

Las tortugas gigantes del occidente de Santa Cruz están clasificadas como en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Su drástica reducción poblacional se remonta a los siglos XVIII y XIX, cuando fueron cazadas masivamente por marineros que las llevaban como fuente de alimento fresco en alta mar. A lo largo del tiempo, su situación se agravó debido a la introducción de especies invasoras —como ratas y gatos— que depredan huevos y crías, sumado al impacto creciente del cambio climático sobre sus ecosistemas.

Hasta hace poco, solo se contabilizaban 44 ejemplares de esta subespecie en zoológicos norteamericanas. Por eso, el nacimiento de cuatro nuevas tortugas representa un hito trascendental: un nuevo linaje genético que se suma al esfuerzo de conservación, gracias a Mommy, quien hasta ahora no había tenido descendencia.