¿Tu café tiene cucarachas molidas? Un experto lo aclara: la idea de que tu infusión de la mañana podría contener restos de insectos –en especial cucarachas– generó revuelo en redes sociales. Aunque suena asqueroso, esta teoría tiene un poco de verdad detrás, aunque no al nivel alarmante que muchos imaginan.
De dónde surgió la sospecha
En 2009, el biólogo Douglas Emlen, hoy profesor en la Universidad de Montana, contó en una entrevista con NPR que un colega adicto al café sospechaba de la presencia de cucarachas en los granos. Aunque Emlen no tenía pruebas concretas, la anécdota alimentó la duda de que el café pudiera estar contaminado en su proceso de producción.
¿Qué dice la ciencia?
La realidad es que, según la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.), en casi todos los alimentos procesados existen fragmentos de insectos. Estos no se consideran peligrosos, sino “defectos alimentarios inevitables”. En otras palabras, es prácticamente imposible garantizar que productos como café, chocolate o mantequilla de maní estén 100% libres de insectos.
Tu cabello podría salvar los océanos de petróleo
La explicación detrás de los “defectos”
Los insectos pueden colarse en grandes lotes de café, cacao o especias durante la cosecha, almacenamiento o procesamiento. Al triturar los granos, es posible que queden fragmentos diminutos, como patas, antenas o incluso excrementos. Aunque resulte desagradable, no representan un riesgo para la salud en las cantidades mínimas en que aparecen.
No es solo el café
El café no es el único alimento señalado. Productos como pasas, especias, chocolate y hasta jugos pueden contener restos de insectos. Lo explica la propia FDA: “Es impráctico cultivar o procesar alimentos totalmente libres de defectos naturales inevitables”. Así, tu dieta cotidiana probablemente ya incluya pequeñas trazas de estos organismos sin que lo notes.
¿Debemos preocuparnos?
Los expertos coinciden en que no. La presencia de insectos en los alimentos, en niveles regulados, no es dañina. De hecho, los fragmentos hallados suelen ser microscópicos y están muy por debajo de cualquier umbral de peligro. Lo que genera impacto es la percepción cultural y el asco que despierta la idea.