Sin dudas, todos alguna vez nos hemos preguntado: ¿qué mundo le estamos dejando a nuestros hijos y nietos?. El cuidado del medio ambiente es una preocupación cada vez más grande, porque también es cada vez mayor el daño que, como seres humanos, provocamos en nuestro planeta.

En este contexto, el término “energías renovables” suena como una posibilidad de encontrar caminos alternativos para un planeta más ecológico y sobre todo, sustentable en el tiempo. Pero no todos sabemos exactamente de qué se trata, y cómo podemos incorporarlas desde nuestro lugar.

En este artículo te contamos todo lo que es necesario saber sobre este tipo de energías, sus ventajas y desventajas, y las formas en las que puedes adoptarlas en tu propio hogar.

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Qué son las energías renovables

En primer término, vayamos a la definición del concepto. Se denomina energía renovable a la obtenida de fuentes naturales virtualmente inagotables, ya sea por la inmensa cantidad de energía que contienen, o porque son capaces de regenerarse por medios naturales.

Esto implica que las energías renovables existen en cantidades ilimitadas, de modo que no se agotan a medida que se van utilizando. El sol, el viento, las caídas de agua y la biomasa son ejemplos de fuentes de energía renovables.

Algunos de estos tipos de energía más comunes y utilizados en la actualidad son: la energía eólica, geotérmica, hidroeléctrica, mareomotriz, solar, undimotriz, la biomasa y los biocarburantes.

Actualmente, las principales fuentes de energía no son renovables: el petróleo, el gas natural o el carbón, por ejemplo. Justamente porque no son las fuentes de energía más populares, es que a las renovables también se las llama “energías alternativas”.

Sin embargo, si analizamos la evolución histórica de la energía, descubriremos que en realidad no siempre fue así.

Evolución histórica de las energías renovables

La realidad es que, ya desde tiempos remotos, la energía renovable era una de las más utilizadas por los seres humanos. De hecho, la energía solar, la eólica y la hidráulica fueron durante mucho tiempo la principal fuente de energía.

Pensemos, por ejemplo, en la navegación: durante años y años, esta usó el viento como su fuente principal de propulsión (la navegación a vela).

Los molinos de viento, generadores de energía, también son antiquísimos. Solo basta recordar al gran Quijote, uno de los más tradicionales personajes de la literatura en español, para saber que ellos ya existían hace siglos.

Otro claro ejemplo de la consciencia sobre el uso de la energía que se tenía en la antigüedad es ver cómo los edificios más antiguos estaban dispuestos para aprovechar la luz del sol al máximo.

La aparición de la máquina a vapor, sumado a los cambios económicos, sociales y tecnológicos, y sobre todo la revolución industrial llevaron a ir dejando de lado este tipo de energías. En su momento (la revolución industrial se inició en la segunda mitad del siglo XVII), el paso a las energías no renovables no se consideró un problema: el consumo era relativamente escaso, y no se pensaba en la posibilidad de agotarlas.

Además, dejar las energías tradicionales representaba otra ventaja. Para un mundo que dependía cada vez más de la industria, las energías renovables resultaban poco prácticas por depender demasiado de la naturaleza y ser, por lo tanto, “caprichosas”. Prácticamente se abandonaron.

Recién hacia la década de 1970, con grandes consecuencias del cambio en el uso de las energías, es que se vuelve a pensar en las energías renovables como una “alternativa” al tremendo problema que las energías fósiles trajeron al planeta.

Clasificación de las energías renovables

Es importante entender que las fuentes de energía renovable no siempre son 100% limpias. Si bien en todos los casos aportan a la sustentabilidad (porque al ser inagotables, permiten ser usadas a través de siglos y siglos), en algunos casos generan contaminación.

Por eso, una clasificación habitual de las energías renovables tiene que ver con eso: las limpias o no contaminantes y las contaminantes.

Energías renovables limpias

Este tipo de energías renovables son aquellas que no contaminan, ya que su modo de obtención y uso no implica generar residuos o emisiones nocivas que puedan incidir negativamente en el medio ambiente.

Actualmente, están cobrando mayor importancia a causa del agravamiento del efecto invernadero y el consecuente calentamiento global, acompañado por una mayor toma de conciencia a nivel internacional con respecto a dicho problema.

Entre las más destacadas energías renovables limpias encontramos:

Cuando el agua dulce entra en contacto con el agua marina, libera gran cantidad de energía. Esta es denominada energía azul, y es capaz de generar electricidad de forma renovable.

Presenta tanto potencial en aquellas zonas con ríos caudalosos que ya esta usándose en países como Noruega y Holanda, donde se hicieron los primeros prototipos de plantas de energía azul en el mundo.

De acuerdo a los primeros cálculos, se cree que en estas primeras centrales será posible generar una potencia de 1 GW, suficiente para abastecer de electricidad limpia a 650.000 hogares.

La energía eólica sirve para transformar el viento en electricidad. Esto se da gracias a los aerogeneradores, es decir, los grandes molinos. Cuando la hélice de estos se mueve por acción del viento, y gracias al rotor de un generador, convierte esta fuerza en energía eléctrica.

La energía geotérmica es una energía renovable que aprovecha el calor del subsuelo para climatizar y obtener agua caliente sanitaria de forma ecológica. No es la más conocida, pero sin embargo, resulta altamente eficiente.

De hecho, alrededor del mundo se aplica mucho en edificios, hospitales, fábricas y viviendas.

Este tipo de energía renovable es uno de los más antiguos, y se produce a partir las energías cinéticas y potenciales de la corriente del agua, saltos de agua o mareas.

Actualmente, se utiliza de forma principal para generar energía eléctrica. Si bien es una fuente de energía renovable, la necesidad de construir grandes represas para utilizarla genera controversia respecto de su impacto ambiental.

En este caso, la principal fuente de energía son las mareas. Mediante el uso de un alternador, es posible utilizar la fuerza de las mareas para convertirla en energía eléctrica. Si bien es una de las energías renovables más limpias, la relación entre la cantidad de energía que se puede obtener con los medios actuales y el coste económico y ambiental de instalar los dispositivos para su proceso no resulta del todo conveniente.

Por eso es en la actualidad una de las menos utilizadas.

Esta es quizá una de las energías renovables más conocidas, y más aplicadas de forma casera. Puesto que el sol es fuente de vida y de vitalidad, es lógico pensar que puede brindarnos otro tipo de energía.

La energía solar se puede utilizar en dos niveles:

Fotovoltaica: es la más clásica, la que utilizan los paneles solares grandes y pequeños. En este caso, se utiliza la luz solar para generar electricidad.

Solar térmica: este tipo de energía solar también es bastante común en la actualidad. En este caso, se utiliza la luz del sol para calentar agua, la cual se puede usar para agua caliente, calefacción o incluso refrigeración.

La principal ventaja de la energía solar es que, aunque la instalación de paneles solares puede ser costosa, bien puede instalarse en cualquier casa. Y además, en poco tiempo el ahorro en energía compensa la inversión inicial.

Energías renovables contaminantes

Como decíamos, algunas energías renovables implican cierta contaminación ambiental, puesto que este tipo de recursos se obtiene a partir de la materia orgánica o biomasa.

Se pueden utilizar directamente como combustible (madera u otra materia vegetal sólida), bien convertida en bioetanol o biogas mediante procesos de fermentación orgánica o en biodiésel, mediante reacciones de transesterificación y de los residuos urbanos.

Las energías de fuentes renovables contaminantes tienen, por un lado, el mismo problema que la energía producida por combustibles fósiles: en la combustión emiten dióxido de carbono, gas de efecto invernadero, y a menudo son aún más contaminantes puesto que la combustión no es tan limpia, emitiendo hollines y otras partículas sólidas.

Sin embargo, se encuadran dentro de las energías renovables porque mientras puedan cultivarse los vegetales que las producen, no se agotarán. Por tanto, aunque contaminen, aportan a la sustentabilidad del planeta.

Hay quienes de cualquier forma, las consideran más limpias que sus equivalentes fósiles. Quienes apoyan este pensamiento asegura que el dióxido de carbono emitido en la combustión ha sido previamente absorbido al transformarse en materia orgánica mediante fotosíntesis.

Otro tipo de energía renovable contaminante es aquella que se obtiene a partir de los residuos sólidos urbanos y de los lodos de las centrales depuradoras y potabilizadoras de agua.

En este caso, si bien la energía emite contaminación al ambiente, esta se ve compensada por el aprovechamiento de los residuos que, de otro modo, también generarían contaminación. Pues los procesos de putrefacción de la materia orgánica se realizan con emisión de gas natural y de dióxido de carbono. Entonces, es una energía que se considera que ayuda mucho más de lo que contamina.

Ventajas del uso de energías renovables

Ahora que conocemos mucho más sobre las energías renovables, llegó la hora de hablar sobre sus ventajas concretas.

Las energías renovables son más respetuosas con el medioambiente, puesto que cuidan los recursos del mismo. Contaminan menos que otros tipos de energía pero, sobre todo, garantizan la sustentabilidad del planeta.

Algunos tipos de energía generan residuos que perduran en el tiempo y, más aún, pueden provocar severos problemas. El ejemplo más claro es la de la energía nuclear.

En cambio, las energías renovables al ser más limpias no dejan grandes consecuencias, y pueden dejarse de usar en cualquier momento sin mayores inconvenientes.

Las energías renovables no sólo son ventajosas para el medioambiente. También son muy importantes para crear sociedades más justas e igualitarias. Puesto que la energía renovable no se agota, una vez que se ha instalado en una zona esta se vuelve más autónoma, y tiene garantizados ingresos y puestos de trabajo.

Así, permite el desarrollo tecnológico de zonas que al día de hoy están atrasadas en ese aspecto, sin la necesidad de “luchar” por energía fósil.

Al tener menos residuos tóxicos y contaminantes, las energías renovables se consideran seguras. Sobre todo, en relación a la salud: no la afectan ni representan un peligro para las poblaciones.

Respondiendo a la pregunta inicial del artículo, las energías renovables permiten asegurar que nuestros hijos y nietos seguirán teniendo recursos en el futuro.

Desventajas de las energías renovables

Por supuesto, no todo es color de rosas. Y aunque el uso de energías renovables parece una increíble oportunidad para hacer frente a la crisis de recursos a nivel planetario, su falta de implementación tiene que ver, entre otros motivos políticos y económicos, con algunas desventajas que todavía deben ser analizadas.

La primera característica que dificulta la elección de este tipo de energías es la inversión inicial, la que supone un gran movimiento de dinero y que muchas veces la hace parecer no rentable al menos por el tiempo.

Algunas personas encuentran un inconveniente en estas energías, el hecho de que dependiendo de su fuente necesitan un gran espacio para poder desarrollarse, o necesitaremos de un gran sistema para que surta algún efecto (es el caso por ejemplo de los paneles solares, de los que necesitaremos una cantidad considerable si queremos generar una alta energía eléctrica).

En muchos casos, las energías renovables dependen demasiado de las condiciones naturales, y eso provoca falta de previsión. Lo cual, para grandes empresas, es un verdadero problema.

¿Qué pasa si cambian las mareas cuando se estaba dependiendo de la energía mareomotriz? ¿O si amaina el viento?

El caso es que, cuando esta desventaja se intenta controlar, surge otra...

Hacer represas para controlar la energía del agua, por ejemplo, genera efectos negativos en el entorno. Tanto que en ocasiones supone la desaparición bajo las aguas del embalse de colonias enteras de peces.

Una vez puestas en operación, pueden seguir ocasionando daños al medio ambiente, ya que modifican el hábitat ecológico de la vegetación del entorno y de los peces y demás especies que viven en el agua.

Este es solo un ejemplo. Si la mano del hombre comienza a alterar la naturaleza para sacar mayor provecho a las energías renovables, puede que al final termine generando un mayor impacto ambiental. Por eso, es fundamental estudiar muy bien ventajas y consecuencias de cualquier acción.

¿Qué puedo hacer desde mi lugar?

La verdad es que en la actualidad, el verdadero cambio en el concepto de energía pueden hacerlo las grandes industrias, y es difícil a nivel individual.

Sin embargo, siempre hay pequeños cambios que pueden hacerse para aportar un pequeño grano de arena a la conservación del medioambiente.

Como ya te comentamos, la energía solar es la que más fácilmente puede adaptarse al hogar. A través de paneles solares puedes tener luz y calefacción.

Eso sí: la instalación de paneles solares en el hogar puede ser costosa al principio. Pero si sacas la cuenta de cuánto gastas en las cuentas de luz y gas, posiblemente verás que en poco tiempo puedes recuperar la inversión inicial.

Aunque para hacer gran cantidad de energía eléctrica a partir del viento se necesitan enormes molinos, si vives en zonas ventosas puedes utilizar la energía eólica a nivel casero con molinos de pequeña potencia que generan electricidad.

Es posible que debas complementarlos con otros dispositivos generadores de energía eléctrica, pero pueden ser de mucha utilidad.

La biomasa es la materia orgánica utilizada para producir energía, y abarca productos tan variados como huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos, residuos forestales (cortezas, serrines, astillas, ramas), biocarburantes o la parte orgánica de la basura, todos ellos susceptibles de aprovechamiento energético.

Para generar energía con biomasa necesitas instalar una estufa especial en tu casa. Eso podrá usarse para calentar agua y así, calefaccionar los ambientes.

Más allá de la energía renovables, puedes hacer que tu hogar sea más sustentable buscando la optimización del mismo. Por ejemplo, procurando que la luz del sol ilumine la casa la mayoría del tiempo para no usar tanta electricidad; manteniendo los ambientes aislados para no usar tanta energía en calefaccionar; cuidando el agua que usas para todo; etc.

Además de todo lo dicho, elige siempre empresas con conciencia ambiental, que utilicen energías renovables. Ya sea tu proveedor de energía, o la empresa que eliges para comprar las cosas del hogar.

Siempre que puedas, colabora con estas empresas. Recuerda que si todos empezamos a consumir productos y servicios que sean ecológicos y apuesten por la sustentabilidad, tarde o temprano el resto de las industrias deberán adaptarse a ello.


¿Conocías todos estos datos sobre las energías renovables? ¿Qué opinas sobre ellas?

Fuentes:

Wikipedia

Sostenibilidad

Quetzal Ingeniería

Twenergy